Línea a línea (III): el mediocampo creativo y de destrucción

Una zona llena de dudas, puestos cambiantes y afectada por cambios de sistema fruto de los malos resultados. Así ha sido el centro del campo del Dépor durante esta temporada, marcado por la incorporación de fichajes de expectativas altas con rendimientos mucho más bajos de lo que se esperaba. Sin embargo, este sector del Deportivo ha protagonizado también grandes momentos y otorgado puntos. ¿Cuál es el balance definitivo del mediocampo coruñés?

El mediocentro de creación: de Medunjanin a Celso Borges, pasando por Domínguez y Rodríguez

La parte del centro del campo asociada a la generación de juego ha resultado ser un problema durante la totalidad de la primera vuelta. Víctor Fernández, por aquel entonces entrenador del equipo, contaba con tres jugadores específicos para la tarea: Juan Domínguez, Haris Medunjanin y José Rodríguez, a los que en términos prácticos se repartió durante los primeros diecinueve partidos de la temporada. Fue el bosnio el que gozó de la titularidad regular durante varias semanas, relegando a Domínguez al banquillo en numerosas ocasiones y a José Rodríguez a ser objeto de experimento. El cedido por el Real Madrid, mediocentro desde que comenzó a darle patadas al balón, fue probado continuamente en una banda derecha débil por el bajo rendimiento de los jugadores de segunda línea.

No fue hasta el mercado invernal cuando apareció la ansiada estabilidad. El fichaje del mundialista Celso Borges, a pesar de comenzar muy fuerte y moderar su rendimiento conforme pasaban las jornadas, supuso para Víctor Fernández y más tarde para Sánchez del Amo algo que aún no se había conseguido: un mediocentro indiscutible, de hecho todas las participaciones de Borges fueron como jugador de inicio. Desde su llegada a Coruña el costarricense solo se perdió un partido, y por obligación, al cumplir ciclo de tarjetas amarillas.

El mediocentro de destrucción: los dominios de Álex Bergantiños

Aunque la participación de Borges también conlleve ciertas tareas de esta clase (correr y robar balones rivales), los dos grandes especialistas de la misión de detruir juego han sido Álex Bergantiños y Cezary Wilk. Es evidente que la inmensa mayoría del protagonismo en esa faceta ha recalado en el coruñés.

Bergantiños, con pocos minutos al comienzo de la temporada por la confianza de Víctor Fernández en Medunjanin y una apuesta algo más atrevida, ha conseguido durante este curso 14/15 un crecimiento considerable tanto como futbolista como en la faceta moral y todo lo relacionado con su importancia en el vestuario y la afición. De todos era y es sabido que la creación no constituye el punto fuerte de Bergantiños, sin embargo ha demostrado que a pesar de no ser un especialista puede sacar bien el balón jugado e incluso realizar pases claros de gol y asistencias, una vez ganada la titularidad.

El caso de Wilk es bien distinto, ya que su protagonismo durante esta temporada ha sido importante únicamente en poco más de un mes, dos apenas, tras comenzar la temporada inédito (a pesar de que Víctor Fernández abogó públicamente por él en agosto) y debutar como titular en el famoso partido ‘de resurrección’ ante el Valencia. Una más que inoportuna lesión en el pie derecho durante un entrenamiento acabó de truncar una temporada irregular y su etapa en Coruña, después de que Tino Fernández confesara que la renovación del vínculo entre el polaco y el Deportivo estaba descartada.

Datos: SportYou