El caso de Oriol Riera tiene todos los elementos de un déjà vu de libro. Tras su llegada a Coruña en el mercado de invierno el de Vic sudó la gota gorda hasta marcar su primer gol con el Dépor, pero a partir de ese momento las dianas no dejaron de llegar. Sin embargo, en el curso presente Riera está acusando otra vez esa primera etapa de imprecisión. Y no será por haber intentado cortarla.

¿Es de recibo continuar confiando en que llegarán sus goles? ¿O por el contrario es hora de pasarle el ramo de las oportunidades a otro jugador? Bruno Pardo y Mery Vecino, redactores de Dépor VAVEL, debaten sobre el ex de Osasuna.

A Oriol se le acaban las oportunidades, por Bruno Pardo

Cuenta la leyenda que Oriol Riera marcaba goles. La leyenda es cierta, pero la realidad es muy distinta. Desde que el catalán viste la camiseta blanquiazul, tan solo ha logrado materializar cuatro goles en los 26 encuentros que ha disputado con el Dépor, lo que da como resultado 0,15 goles por partido. Si pretendes ser el delantero titular de un equipo de Primera División, no puedes tener unos registros goleadores tan pobres.

Víctor Sánchez del Amo le ha dado esta temporada a Riera la oportunidad de ser su delantero titular y goleador. Tras nueve jornadas, no ha logrado marcar ni un solo tanto, siendo de la partida en dos ocasiones y saliendo desde el banquillo tres veces. Las ha tenido de todos los colores, desde la frontal, en el área pequeña, solo contra el portero. Pero la mala suerte se ha adueñado de su instinto goleador, y se ha topado con el poste en varias ocasiones.

Se le van acabando las segundas oportunidades al de Vic. La paciencia del míster y de la afición se agota. Ha llegado la hora de Jonathan Rodríguez. El uruguayo todavía no ha podido demostrar por qué se le fichó, y no puede haber mejor ocasión que esta.

Confianza en Oriol, por Mery Vecino

Confianza  y respaldo. La función de un delantero es difícil cuando su esfuerzo solo se mide por goles. Es verdad que si un delantero no marca goles tiene, cuanto menos dudosa, su posición. Este es el trabajo que día a día tiene que hacer Oriol Riera. 

Es difícil. Un jugador que no ocupa la primera opción en la delantera del esquema de Víctor Sánchez del Amo ni  de la afición en su puesto. No ha sido el primero en el Dépor. Muchos delanteros han pasado por este momento, han competido por ser ese ‘killer’ del área deportivista. 

No todos empiezan siendo los mejores, se necesita un tiempo de adaptación, de que el juego vaya al compás del equipo. Hay que tocar mucha madera aunque parezca que al final el balón nunca entre… Pero eso les pasa a todos. 

Solo hace falta un poco de confianza, de creer y que crean en el ‘9’ del equipo, porque hay un ‘9’, porque la madera de cada campo lo demuestra y si la confianza es recíproca ese balón acabará rozando la malla y convirtiéndose en ese ansiado gol que tanto espera la afición y Oriol. Un delantero no nace, se hace a base de confianza y respaldo.