El 13 de noviembre de 2011 se reencontraban Deportivo y Celta. Habían pasado cuatro años desde su último encuentro y se enfrentaban en Segunda División, en busca del ascenso a Primera. Desde ese partido hasta el último, disputado en Riazor el pasado febrero, se han vivido momentos de alta tensión durante el juego, goles que hacen vibrar al estadio o victorias que permiten seguir mofándose del eterno rival. Este es un repaso a esos emocionantes partidos haciendo hincapié en los protagonistas más destacados.

El zapatazo de Lassad

El primer encuentro tras una larga espera. Cuatro años sin enfrentarse y las dos aficiones tenían marcado en rojo el día del partido en el calendario. Un clima de tensión, de partido importante se situaba sobre Riazor. El encuentro no podía comenzar mejor para los herculinos, adelantándose a los pocos minutos del inicio mediante Riki. Poco después de adelantar a su equipo, el madrileño no podía seguir, tenía que dejar su sitio a Lassad. El tunecino, acusado de 'poca sangre' o de no correr, no realizó un buen encuentro. Poco se vio al Deportivo en ataque y poco pudo intervenir. No ayudaba demasiado en la presión y cuando tenía el esférico no conseguía realizar ninguna jugada destacada. Pero más tarde, tras el empate del Celta, demostró que es de esos futbolistas que pueden llevar tiempo desaparecidos y aparecer para rescatar a un equipo. Con la afición celeste todavía celebrando el empate, Lassad recogió un balón recuperado por Laure y soltó un cañonazo por la escuadra de Yoel que hacía estallar de júbilo a Riazor. Se desataba la locura y el Deportivo se llevaba un derbi que será recordado por tan espectacular gol.

Borja al rescate

En la segunda vuela de la misma temporada, el Deportivo visitaba Balaídos ante un Celta que se le acercaba poco a poco, poniendo en peligro el liderato de la tabla. Tras un 0-2 inicial, el cuadro celeste lograba el empate e incluso veían posible completar una remontada histórica. Había mucho en juego, más que los tres puntos. El inagotable Valerón había dejado paso a Borja Fernández minutos antes del empate. El ourensano había sido acusado de celtista en su llegada al equipo blanquiazul y estuvo en el punto de mira en varias ocasiones. Una situación extraña si resulta cierta, un celtista enfrentándose al equipo vigués vistiendo con los colores del eterno rival, el azul y el blanco. Estaba claro que algo se iba a hablar de Borja pero nadie imagina el por qué. En el descuento Colotto cabecea un balón colgado al área por Andrés Guardado y tras rechazar en el travesaño, Borja cabecea el balón al fondo de la red. La afición visitante explota, se llevaba el derbi en el último suspiro del encuentro y Borja pasaba de ser un jugador poco agraciado por la parroquia deportivista a todo un héroe.

Imagen: elidealgallego.com

El cabezazo de Aspas

Ya en Primera División, los dos equipos llegaban al derbi de vuelta con el agua al cuello, jugándose el seguir vivos en la máxima categoría. Iago Aspas, que ya había sido uno de los jugadores más señalados el anterior año por unas declaraciones fuera de lugar, volvía a calentar el derbi: "Esperamos dejar al Deportivo con los dos pies en Segunda", comentó días antes del encuentro. De ídolo de la afición celtiña a villano, así se puede definir el encuentro del moañés. Llegaba como uno de los peligros de su equipo y, tras un choque con Marchena, el canterano celeste le propina un cabezazo y acaba siendo expulsado dejando a su equipo con desventaja numérica. Fue el protagonista de un derbi que de nuevo fue azul y blanco, en parte gracias a su agresión, y complicando el devenir del Celta tras ser sancionado con varios partidos.

Aparece el gato de Catoira

Deportivo y Celta se veían las caras en Balaídos en septiembre del año pasado. Los celestes llegaban con ganas de revancha y de brindarle una victoria a su afición en un derbi. Como rival estaba el Deportivo de Víctor Fernández que no pudo resistir el empuje local. El Celta se logró adelantar en el marcador en dos ocasiones, por medio de Nolito y Larrivey. Cuenca había logrado el empate anteriormente cuando, con el 2-1 favorable a los olívicos se produce un penalti. Quedaba poco tiempo y Medunjanin se disponía a lanzarlo. Delante tenía a Sergio Álvarez, un canterano que se había ganado la confianza de su técnico y tenía una prueba de fuego para demostrar que era jugador de Primera División. El guardameta adivinó el tiro y despejó el balón. Balaídos se venía arriba mientras nacía una nueva figura entre los ídolos celestes, el gato de Catoira.

Larrivey confirma al Celta

Al encuentro de vuelta de la temporada pasada llegaba el equipo vigués en baja forma tras una mala racha de resultados, en busca de mejorar y volver a ser aquel equipo que maravilló a su afición en la primera vuelta. El Deportivo venía de mejorar su imagen y necesitaba confirmarlo manteniendo los tres puntos del derbi en A Coruña. En un duelo poco vistoso, los visitantes supieron aprovechar las contras y, beneficiados por fallos deportivistas como el balón al larguero de Oriol Riera en línea de gol, lograban mantener el 0-1 a su favor. Ya avanzada la segunda parte, Luisinho y Fabricio no se entienden a la hora de despejar un balón y Larrivey, atento al desajuste, aparece como el más pillo de la clase para robar el esférico y marcar el segundo tanto celeste. El Celta volvía a resurgir, volvía al camino del que se había desviado con su mala racha de resultados de la mejor manera, logrando una victoria en Riazor tras siete largos años.