Un punto más hacia el objetivo. El Deportivo necesitaba puntuar después de la debacle ante el Barcelona la jornada pasada y, pese a no conseguir un triunfo, consiguió salvar un punto en tierras vascas. De esta forma el Deportivo se sitúa con 39 puntos a siete del descenso, a expensa de lo que ocurra en el resto de la jornada.

Por su parte, el Eibar necesitaba un buen partido para, al igual que los coruñeses, olvidar el mal encuentro anterior. con 41 puntos más el conseguido ayer, el cuadro armero confirma su presencia en la máxima competición española el año que viene.

Inicio desesperanzador

Después del encuentro vivido el miércoles en Riazor y las palabras de los jugadores, s podía entender que el Deportivo saliese al campo a comerse al rival los primeros minutos, dolidos en su orgullo y con ganas de contentar a su afición. No fue el caso ni mucho menos. Los primeros cinco minutos fueron una disputa constante de balón y con posesiones breves que no ayudaban a crear peligro por parte de ninguno. 

Sin embargo el Eibar encontraría a los siete minutos de partido el que sería el talón de Aquiles del Deportivo durante el resto del encuentro, las acciones a balón parado. En un córner que la zaga visitante no acertó a despejar con claridad, Adrián González consiguió disparar y, entre una nube de piernas, el balón rozó en el pie de Oriol despistando a Manu y entrando por el centro de la portería.

Un 'quiero y no puedo' de los gallegos

Después de que el Eibar se adelantase en el marcador, El Deportivo trató de llevar peligro a la meta defendida por Asier Riesgo aunque sin mucho acierto. Desde el gol de Adrián González hasta que el árbitro puso final a la primera parte los herculinos fueron creciendo poco a poco en el encuentro pero sin llegar a poner en serios aprietos al Eibar. Con disparos desviados de Fayçal Fajr o Lucas tratando de asistir a Oriol Riera, los blanquiazules trataban de conseguir el empate sin éxito.

Mientras, los locales intentaban ampliar su ventaja en el marcador pero al iguales que sus rivales, no conseguían ninguna ocasión demasiado clara y en sus llegadas no lograban poner en apuros a Manu.

Intercambio de golpes

Tras el descanso el conjunto de Víctor Sánchez del Amo mejoró y atacó con más insistencia, erigiéndose la figura de Fede Cartabia.  Con el paso de los minutos el partido se convirtió en un encuentro de ida y vuelta, con ambos conjuntos fallones en la precisión en los metros finales. Si el Deportivo parecía tener en Fede a su mejor aliado en busca del empate, el Eibar conseguía hacer temblar a la defensa coruñesa en cada jugada a balón parado. Pudieron conseguir el dos a cero pero el larguero y el palo lo evitaron en un saque de falta que todavía no saben por qué no entró.

Tras varias llegadas mal finalizadas, Fede Cartabia recibió el balón dentro del área y, si antes envió el balón fuera por encima de la portería, esta vez quiso asegurarse y disparó raso y fuerte sorprendiendo a Riesgo y consiguiendo el empate, confirmándose como el jugador más peligroso de los visitantes en el partido.

Conformidad por ambas partes

Tras el empate ningún equipo echó el resto por conseguir la victoria. Incluso Mendilibar decidió sustituír a su máximo goleador, el ex deportivista Borja Bastón, por Saúl Berjón, realizando un cambio conservador. Se notaba que existía más miedo por perder el punto conseguido que ambición por conseguir dos más y los dos equipos dieron el reparto de puntos como un buen resultado.

De esta forma se llegaba al final del encuentro sin más ocasiones claras desde el tanto que supuso la igualada en el marcador. El Eibar festejaba ante su afición el seguir un año más en Primera División mientras que el Deportivo sigue sumando y se acerca lentamente a su objetivo.