Stipe Pletikosa, que ya se despidió de la afición en el último encuentro en Riazor, atendió a diferentes medios de comunicación para cerrar su etapa en el Deportivo y confirmar su retirada.

Para comenzar quiso aclarar los motivos de su marcha: "Esperaba jugar mucho más. La razón principal era mi familia, lo más importante en mi vida para mí", comentó. Añadió que mantuvo una conversación con el actual entrenador, Víctor Sánchez del Amo, por su situación pero no quiso ofrecer los detalles de la misma: "Después de Bilbao y, sobre todo, al ver que con la lesión de Lux no entraba en las convocatorias, fue difícil. Hablé con el míster, pero bueno, la conversación se quedó ahí".

El veterano guardameta también tuvo palabras para la crítica situación que vivió el vestuario deportivista los últimos meses, achacando parte de la culpa al entrenador del equipo: "Víctor debe liderar el equipo con más autoridad y más fuerza. No solo él, incluso si algún día soy entrenador es una cosa importante para gestionar los grupos, porque si pierdes esa autoridad entonces te quedas sin opciones". Sin embargo cree que los problemas que se generen dentro del vestuario no deben ver la luz y se tienen que solucionar de puertas para dentro: "Mentiría si dijera que fue fácil la convivencia. No fue fácil para nada. Lo que no me gusta es que hay cosas que deben quedar dentro de la familia y se tienen que resolver en la familia", debido a que se da un "mala imagen" del club. Añadió que la afición blanquiazul que los apoyó "tanto en casa como fuera" no merecía esto.

"Recordaré el resto de mi vida las emociones del pasado sábado"

Sin embargo se mostró feliz por el día vivido el pasado sábado en Riazor admitiendo que: "Fue un día grande para mí. Un recuerdo que me llevaré a la tumba". Confiesa que su mejor recuerdo será precisamente este último partido: "Lo más positivo que me llevo fue el partido del sábado, las emociones que tuve en ese encuentro. Sentí en el corazón, en el alma, que los hinchas me hicieron sentir grande aunque no participara mucho". El jugador croata no dudó en contar que: "Empecé a llorar, no es muy masculino, escuché: 'Pleti quédate' y fue muy emocionante" y se animó a compartir una pequeña anécdota: "De camino al túnel, mi hijo temblaba y me decía: 'papá, papá, estoy tan feliz'", reveló. No olvidó mostrar su agradecimiento a "cuerpo técnico, jugadores, aficiones, periodistas..." y afirmó que llevará al Deportivo "en el corazón", antes de despedirse definitivamente con un "¡Forza Dépor!".