El Deportivo afrontaba el Duelo frente a Peñarol con ganas y ambición tras caer derrota en el último amistoso ante su eterno rival, el Celta de Vigo. Sobre el césped Garitano dispuso un once competitivo que mostró detalles de calidad a la afición que los observaba a miles de kilómetros de distancia, con la esperanza de ofrecer una mejor imagen que en el anterior encuentro, seguir dando minutos y continuidad a sus jugadores y probar nuevas jugadas y sistemas.

Experimento con la defensa de tres

Los blanquiazules sorprendieron con una alineación bastante extraña, con un dibujo que no quedó claro hasta que los jugadores se dispusieron sobre el césped. Una vez con el encuentro empezado, se pudo ver una defensa compuesta por Arribas, Fernando Navarro y Sidnei, con el brasileño actuando de líbero. En los costados se encontraban Saúl García, que militó en el Tenerife en Segunda División la temporada pasada, y Bruno Gama. Desde el inicio el Deportivo fue el equipo que llevó más el peso del encuentro y el que conseguía triangular con mayor facilidad, elaborando buenas jugadas en las posiciones de interior. Los dos carrileros se sumaban rápidamente al ataque creando situaciones de superioridad aunque sufrían, sobre todo en los primeros minutos, las acometidas de Peñarol por banda con hombres rápidos, congiéndole la espalda a los defensas.

Sin embargo este sistema que conseguía sumar más hombres al ataque hizo que los herculinos sufrieran en varios ataques de los amarillos. En más de una situación los tres defensas centrales se encontraron corriendo hacia atrás en una jugada en la que estaban en igualdad numérica con los locales. Pese a esto, con el paso de los minutos estas situaciones fueron diminuyendo y los atacantes rivales no consiguieron penetrar con éxito el muro defensivo de los coruñeses. 

El partido avanzaba sin demasiadas ocasiones pero con un Deportivo que era dominador y que llevaba más peligro que el Peñarol. En más de una ocasión pudo llevar el primer tanto del encuentro pero hasta el segundo tiempo no se movería el cero a cero del marcador.

Rápida reacción de los aurinegros 

El segundo tiempo comenzó como finalizó el primer, con los de Garitano ás expeditivos en ataque que su rival y con un sistema más familiar para la plantilla. De esta forma, el Deportivo todavía consiguió mejorar y acosar más al arquero Guruceaga. El primer tanto no se hizo esperar ya que dos minutos después de la reanudación Guilherme colocaba el esférico en el fondo de las redes tras una buena jugada lena de rechaces que finalmente favorecieron a los blanquiazules.

Los coruñeses siguieron elaborando su juego hasta encontrar de nuevo una recompensa, esta vez en los pies de Borja Valle quien batió al portero local completando así un buen partido por su parte. Todo parecía indicar que se finalizaría con victoria visitante pero en el 84 Novick conseguía recortar distancias, rematando una jugada en la que empezó en fuera de juego. El partido cogía ritmo e intensidad, tanta que en solo tres minutos Novick hacía el segundo de su equipo y el segundo en su cuenta particular para poner el empate, gracias a un penalti más que riguroso cometido por Arribas.

Así finalizaba un partido en el que el Deportivo ofreció buenas sensaciones y dos despistes estropearon el resultado. Pese  esto, los de Garitano se llevaron el partido en la tanda de penaltis, ganando por ocho a siete a Peñarol. En especial los últimos fichajes, como Emre o Guilherme, dejaron una grata impresión tras completar un buen partido, al igual que Borja Valle o Saúl García. Tras este partido el Deportivo pone fin a su gira uruguaya, en la cual Queijeiro y Bicho se han quedado sin disputar ni un solo minuto con la camiseta deportivista, por lo que no parecen contar para el técnico vasco de cara a la temporada 2016/17.