El técnico de la entidad eibarresa, Gaizka Garitano, compareció anoche en rueda de prensa después de la  dolorosa derrota encajada contra el Elche. Un gol a balón parado del delantero brasileño Jonathas tras un remate de cabeza en dudosa posición de fuera de juego puso el 0-1 en el luminoso, resultado con el que finalizaría el encuentro.

Con este, ya son cinco los partidos que el Eibar lleva sin obtener una victoria en la competición liguera. Pese a este bache que están atravesando, el míster no se mostró cabreado ni molesto con la actuación del equipo ni con el “mal resultado”, sino todo lo contrario: “la valoración del partido es buena. Hemos recuperado nuestro juego. La primera parte ha sido equilibrada y en la segunda hemos sido mejores que el Elche”, aseguraba.

"Cuando ganamos, ganamos todos; cuando perdemos, también perdemos todos”

Sin duda, uno de los grandes puntos de inflexión del partido que hizo inclinarse la balanza del lado de los de Escribá fue las actuaciones de los dos guardametas. Mientras que Irureta sigue sin convencer en la portería por otra mala intervención en el gol de Jonathas, Tyton, el portero del Elche, solventó con nota todas y cada una de las llegadas del Eibar, sobre todo, durante la segunda parte. Las ocasiones para los de Garitano fueron múltiples, pero Tyton logró acabar con la portería a cero. Sobre lo poco afortunados que estuvieron de cara a puerta Garitano dijo: “no hemos tenido suerte. Es una pena. En el deporte hay que tener suerte y hoy no ha sido nuestro día”.

Garitano no quiso personalizar la derrota ni achacar la culpa a ningún jugador de los señalados como Piovaccari, que volvió a ser expulsado por roja directa, o Irureta. “Los jugadores pasan por momentos diferentes. Cuando ganamos, ganamos todos; cuando perdemos, también perdemos todos”, afirmó saliendo en defensa de sus futbolistas.

El técnico armero insistió en que el equipo “tiene que seguir hacia delante” y que “han recuperado buenas sensaciones”, dijo alentando a sus jugadores, confiando en ellos y mandando un mensaje optimista y tranquilizador a toda la afición.

“Hay que seguir tranquilos, sabíamos que esto podía pasar. Veo bien al equipo. Atrás hemos estado fuertes y hemos llevado el peso del partido. Pese al resultado, hemos sido el Eibar de siempre. Estamos muy vivos”, concluyó Garitano, demostrando que ve el vaso medio lleno  y que la confianza en sus jugadores sigue intacta.

El lado positivo de esta mala racha de resultados que está atravesando el Eibar es que, pese solo haber logrado un punto de quince posibles, los armeros se mantienen en mitad de la tabla, 10º, con 27 puntos y a 8 del descenso. El Elche, con 2 victorias consecutivas, ya ha conseguido salir del final de la tabla y está 17º, con 23 puntos y a 4 del descenso y del Eibar.

Las sensaciones de los azulgranas han vuelto a ser buenas, el resultado no tanto y el trabajo y esfuerzo tienen que ser igual de incondicionales que siempre para volver a ser ese equipo revelación de la primera vuelta que rompió con todas las expectativas y estadísticas.