Hace poco más de una semana, el nombre de Irureta saltaba a los titulares de las crónicas del encuentro del Eibar frente al Villarreal y no precisamente por salvar a su equipo con intervenciones espectaculares (cosa que hizo pero que nadie se ha dignado a hablar sobre ello) sino por cometer un fallo que le costaba los tres puntos al conjunto armero frente al submarino amarillo. Es cierto que el error fue ciertamente abultado, pero lo enmendó con el resto del encuentro, donde realizó grandes paradas.

La semana previa al partido frente al Athletic se comenzaba a rumorear la posible titularidad de Jaime, portero suplente de Irureta hasta el momento. Cuando el rio suena, agua lleva. Y así fue como el hasta entonces suplente saltaba al once titular. Lo cierto es que la actuación de Jaime fue notable, realizando grandes paradas. El gol encajado era casi imparable, ya que Gurpegui remataba casi sin oposición. El guardameta mantuvo con esperanza de remontada a su equipo con sus estiradas salvadoras.

Noticia la suplencia de un Irureta que se había convertido en una de las grandes revelaciones de la temporada gracias a sus magníficas actuaciones. Llama la atención que después del primer gran fallo del portero, Garitano lo sentase en el banquillo. Uno de los motivos de esta decisión puede ser la gran presión que esté sufriendo el míster a estas alturas de la temporada donde el equipo no marcha nada bien y esté intentando encontrar una solución a este bache. Sin embargo, la tecla a tocar no es la portería, donde hasta ahora todo iba muy bien.

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