Tras encadenar cuatro partidos sin saborear el triunfo, la Sociedad Deportiva Eibar se reencontró con la victoria (0-2) y lo hizo ante un rival directo como Las Palmas. Por diferentes motivos y pese a mantener la estimulante imagen ofrecida en los dos primeros encuentros ligueros, a los pupilos de José Luis Mendilibar se les había resistido la victoria en un mes de septiembre que finalizaba con un balance de tres puntos de 12 posibles.

De más a menos

A base de garra, sacrificio e intensidad, el Eibar superó a un Las Palmas que acabó desquiciado. Los hombres de Paco Herrera se encontraron con un equipo muy disciplinado sin balón, con las ideas muy claras y una admirable determinación en los últimos metros del campo. El Eibar no ha conocido la derrota en los cuatro encuentros disputados como visitante, lo que le convierte en el mejor equipo de la competición a domicilio.

Mendilibar apostó por darle continuidad al bloque que se enfrentó al Celta (con la excepción del regreso de Escalante) y al igual que sucediera ante el cuadro celeste, el Eibar se adelantó en el marcador cuando los aficionados todavía se estaban ubicando en sus asientos. Adrián González avisó en la primera jugada del partido con un disparo desde fuera del area que se estrelló en el larguero.

El primer zarpazo de los armeros llegó tras un excelente servicio desde la izquierda de David Juncá que Saúl Berjón envió al fondo de la portería. El asturiano aprovechó la indecisión entre Javi Varas y los centrales amarillos para rematar a placer desde el segundo palo. Este Eibar no necesita generar 20 ocasiones para marcar, hace tantos con suma facilidad y ese es un valor muy importante.

Las Palmas no se descompuso pese al tanto inicial del Eibar, se hizo con el control de la posesión y provocó varias situaciones claras en las que Asier Riesgo volvió a ser determinante. El guardameta guipuzcoano dio más muestras del gran momento que atraviesa y realizó una sensacional intervención con el pie en un mano a mano con Roque Mesa. 

Bastón pone tierra de por medio

El dominio del conjunto canario se intensificó en el último cuarto de hora del primer tiempo, donde el Eibar vivió los peores momentos del partido. Pero los armeros supieron apretar los dientes y consiguieron llegar por delante al descanso. En los siete partidos disputados hasta la fecha, ningún equipo ha sido capaz de batir la portería de Riesgo en la primera parte.

Los locales salieron con la idea de mantener el dominio del choque y poner las tablas en el marcador lo antes posible. Pero el Eibar no lo permitió. Dos Santos y Pantic realizaron un partido soberbio y borraron del mapa a un Sergio Araujo que no emitió noticias a lo largo del partido. El argentino es el jugador con más talento de Las Palmas y cuando no brilla, el ataque de su equipo se resiente.

El 4-1-4-1 del Eibar respondía a las mil maravillas, no concedía pasilos interiores y Las Palmas era incapaz de llevar el balón a zonas del campo peligrosas. La intensidad de los armeros contrastaba con la del conjunto local, que sólo realizó cinco faltas en todo el partido. Un dato que refleja a las mil maravillas las carencias del engranaje defensivo del bloque dirigido por Paco Herrera.

Los armeros asestaron el golpe definitivo en otra jugada en la que la incidencia de Juncá volvió a ser clave. El catalán probó fortuna en un disparó que golpeó en un defensa amarillo y fue a parar en Borja Bastón, que convierte en gol todo lo que toca. El ariete madrileño controló el balón con el pecho de espaldas a la portería y se sacó de la chistera una volea inalcanzable para Javi Varas.

Un tramo final muy cómodo

El Eibar ponía tierra de por medio. No obstante, las últimas experiencias vividas invitaban a guardar cautela pese a la cómoda renta. A Herrera no le quedó otra que arriesgar y quitar defensas para meter atacantes. Pero la situación no cambió demasiado. Los eibarreses se vieron en clara superioridad numérica en varios contragolpes que no llegaron a culminar.

La ocasión más clara por parte de Las Palmas llegó en un remate desde dentro del area de Vigas que se marchó rozando el poste. Esta vez el destino no tenía reservado un final cruel para el Eibar, que consiguió imponerse en un estadio donde nunca lo había hecho. Una victoria que le mantiene en la zona noble de la tabla, muy cerca de los grandes.

El equipo armero afrontará con la moral por las nubes el parón liguero en el que disputará un amistoso ante el Girondins de Burdeos. No es recomendable perder la concentración, porque  en este mes de octubre vienen curvas. El Sevilla visitará Ipurua el 17 de octubre, mientras que ocho días más tarde, los hombres de Mendilibar se enfrentarán al Barcelona.

Dos choques en los que puntuar va a estar muy caro. Por eso, la victoria en el Estadio de Gran Canaria tiene mayor dimensión. El Eibar tiene 12 puntos que ya nadie se los va a quitar y toca seguir remando porque esto no ha hecho más que empezar y el camino será muy empinado. No obstante, las sensaciones que transmite el equipo invitan al optimismo y la ilusión en Ipurua está justificada.