José Luis Mendilibar tendrá un refuerzo de lujo después de este parón liguero propiciado por los compromisos de las selecciones. Se trata de Manuel Castellanos Lillo, quien se ha recuperado de una rotura parcial del menisco externo de la rodilla derecha y este miércoles se ha ejercitado al mismo ritmo que sus compañeros en la sesión matutina llevada a cabo en Atxabalpe (Arrasate).

El defensa de Aspe fue sometido el pasado 18 de agosto a una artroscopia para acabar con unas molestias que le habían impedido estar a las órdenes de Mendilibar durante gran parte de la pretemporada. Lo que en un principio parecía un simple golpe, acabó confirmándose en una rotura parcial y al futbolista no le quedó otra que ser intervenido.

Lillo ha cumplido con los plazos establecidos y está en perfectas condiciones para disputar algunos minutos en el amistoso que disputará el Eibar este viernes en Mont de Marsan frente al Girondins de Burdeos. Las sensaciones del futbolista son inmejorables, aunque está pensado que su entrada en el equipo sea progresiva, con el fin de no sufrir ninguna recaída.

Con la incorporación de Lillo, Mendilibar podrá dormir más tranquilo. En este inicio liguero no ha tenido un lateral específico para el carril derecho de la defensa, aunque lo cierto es que el rendimiento de Ander Capa en dicha demarcación ha sido sensacional. Ahora cuenta con dos opciones bien diferentes que le permiten contar con mayor margen de maniobra.

Lillo fue uno de los jugadores más fiables del Eibar la pasada temporada. Se convirtió en un comodín para Gaizka Garitano, que le situó en todas las posiciones de la defensa. Esta temporada todo parece indicar que su lugar más habitual será el lateral derecho, aunque para eso tendrá que desbancar de la titularidad a Capa, algo que, de entrada, no va a ser sencillo.