Hay pocos futbolistas que reflejen mejor que Sergi Enrich la felicidad que se vive a día de hoy en el vestuario de la Sociedad Deportiva Eibar. El atacante de Ciutadella es un tipo risueño y divertido, al que no se le ha borrado la sonrisa de la cara desde que desembarcó hace cinco meses en Ipurua. A sus 25 años, Enrich sabe que está ante su oportunidad de hacerse un hueco en la máxima categoría del fútbol español y no quiere desaprovechar la ocasión.

El delantero menorquín empezó la temporada como titular, por delante de Borja Bastón. Enrich mostró desde el primer momento alguna de sus grandes virtudes: sacrificio, garra, trabajo, juego de espaldas, movilidad, corpulencia física... Pero el primer gol se le resistió más de la cuenta. Todo lo contrario que al atacante madrileño, que se destapó en su primer encuentro como titular con un doblete, que vendría acompañado de cuatro goles en los siguientes cuatro partidos.

José Luis Mendilibar decidió apostar nuevamente por la titularidad de Enrich como solución a las diferentes bajas que tenía para afrontar el último encuentro en Ipurua ante el Getafe. Con Dani García sancionado y Adrián González lesionado, el de Zaldibar modificó el sistema de juego para dar entrada a Enrich. Y éste respondió con dos goles. El domingo repitió en El Madrigal al lado de Bastón y volvió a ponerle su firma al tanto del Eibar.

Tres tantos en dos partidos que le han dado cuatro puntos al conjunto armero, algo de lo que Enrich se muestra muy satisfecho. "Cuando eres delantero, agradeces especialmente que los goles contribuyan al triunfo del equipo. Sinceramente, nunca he estado obsesionado con el gol. Lo que quiero es ayudar y trabajar para el equipo. Por eso estaba tranquilo aunque me estuviera costando marcar porque sé el esfuerzo que hago y además sentía que el míster y el equipo lo valoraban. Si además marco, mucho mejor".

Dentro de la excelente dinámica en la que está inmerso el conjunto armero desde el arranque de la temporada, Enrich ha destacado el trabajo que están desempeñando en el día a día como una de las claves del buen hacer de este Eibar. "Lo que pasó en los primeros partidos no fue ninguna casualidad. Somos un buen grupo, trabajamos mucho y además hemos entrado en una dinámica que te ayuda a que lo que haces te salga mejor. Pero por encima de la inercia, o de la suerte, sobre todo está el trabajo".

Enrich se ha ganado el respeto de los compañeros y los aficionados no sólo por los goles que está haciendo, sino que también por la entrega y el despligue físico que acostumbra a realizar en las labores defensivas. "Es muy importante empezar la defensa con los delanteros. Personalmente me siento cómodo porque siempre he sido un jugador que corre mucho, que defiende, que lo da todo por el equipo... Quizá sea un trabajo menos visible pero sé que para el equipo es importante y me siento feliz por hacerlo".

La intensidad y agresividad del equipo sin balón son dos de las características del Eibar. "El equipo se prepara muy bien entre semana y corre mucho en los partidos y todo el que salta al campo lo hace con la misma intensidad. Si no lo hiciésemos así, difícilmente haríamos los partidos que estamos haciendo". Sobre la visita del Real Madrid, Enrich advierte de que no le van a poner las cosas fáciles al equipo de Rafa Benítez. "Si no pensara que se puede ganar al Real Madrid, mejor me quedaba en la cama el domingo. Ya sé que es uno de los mejores equipos del mundo pero si nosotros insistimos en lo que estamos haciendo bien, tampoco somos un rival cómodo para nadie"