Este fin de semana se pudo ver o comprobar como un Real Madrid muy superior y, con un once pensado para el partido de Champions League que tenía el martes ante el Wolfsburgo, se imponía con mucha claridad ante un Éibar que no fue rival. Tanto los aficionados como los espectadores que vieron el encuentro piensan que la segunda parte del partido sobró, ya que este se resolvió en los primeros veinte minutos de juego.

El técnico del Real Madrid, queriendo hacer rotaciones, incluyó a los jugadores menos habituales en el once. Estos respondieron y sorprendieron, sin embargo, los jugadores del equipo armero no dieron la talla que había que dar en un encuentro de este calibre.

El equipo eibarrés no consiguió ser superior a su rival en ninguna de las facetas del juego. El nivel del Éibar se vio empobrecido gracias a muchos factores, y uno de ellos era el pobre nivel mostrado por el mediocentro Dani García, quien no estuvo al nivel que había demostrado en partidos anteriores. El centrocampista que ha jugado en lo que va de Liga 2626 minutos y ha sido titular en todos aquellos partidos que ha disputado el Éibar, mostró un bajísimo nivel. Cualquier espectador que haya visto sus actuaciones anteriores pudo comprobar como no dio la misma seguridad en defensa ni la fluidez en ataque a la que este jugador está acostumbrado a mostrar. El centro del campo fue ganado durante la mayor parte del partido por el conjunto blanco, aunque en el inicio de la segunda mitad se vio a un Éibar más valiente y sobre todo a un Dani García que dio más equilibrio al centro del campo armero.

Las estadísticas obtenidas del jugador durante el encuentro, muestran que el jugador estuvo a un nivel inferior en comparación a partidos anteriores. Aunque jugó todo el partido, perdió diez balones, cometió una falta por la que recibió una tarjeta amarilla y solo recupero un balón.