Llega uno de los partidos más esperados en Gipuzkoa. La Sociedad Deportiva Eibar recibe en Ipurua a la Real Sociedad en la fiesta del fútbol guipuzcoano con dos equipos de un pequeño territorio en la élite. Además, la situación de ambos equipos, con la permanencia prácticamente certificada de manera definitiva, invita a que los espectadores disfruten de un partido donde los de casa quieren volver a lograr los tres puntos para superar los 40 y los visitantes buscan la tercera victoria consecutiva para seguir afianzándose en mitad de la tabla.

Sin ganar desde febrero

Los armeros, sin embargo, no están en un buen momento de forma. No ganan desde el pasado 14 de febrero ante el Levante (2-0) en un triunfo que dio prácticamente la salvación a los de José Luis Mendilibar, que desde entonces sólo han logrado dos empates ante Rayo Vallecano y Getafe (ambos 1-1). Lo demás han sido derrotas ante Celta (3-2), Las Palmas (0-1), Sevilla (1-0, Barcelona (0-4), Villarreal (1-2) y Real Madrid (4-0). Las dos últimas derrotas, sin buenas sensaciones, han oscurecido el tramo final de la temporada para el conjunto eibarrés.

El Eibar cayó de manera estrepitosa el pasado sábado en el Santiago Bernabéu. Los guipuzcoanos tuvo ninguna opción de puntuar en el coliseo blanco. Desde los primeros minutos se vio que era una misión imposible. Los armeros realizaron, de largo, la peor primera parte de la temporada y el Real Madrid no perdonó. En menos de diez minutos se adelantó con un gol de falta y en cuarenta minutos ya ganaba por el mismo 4-0 que reflejó el marcador al término de los noventa minutos. A pesar de la derrota, los resultados de los equipos de la zona baja no han sido malos y con 38 puntos en su casillero tienen la permanencia prácticamente lograda, pero todavía quedan algunos puntos por conseguir para hacerlo definitivo.

La Real Sociedad, por otro lado, llega pletórica al derbi. Los donostiarras llegan tras dos triunfos consecutivos que, además de certificar la permanencia, han dado un golpe sobre la mesa. Primero fue ante el Sevilla (1-2) y después contra el Barcelona (1-0) donde los donostiarras consiguieron seis puntos que les han llevado al noveno puesto que ocupan en el día de hoy. Los txuri-urdin, además, han conseguido las victorias de manera muy meritoria. En ambas contra pronóstico, la sólida defensa de los de Eusebio Sacristán ha servido para conseguir seis puntos y hacer valer los tempraneros tantos marcados.

El matagigantes de la Liga

Esta temporada, además, los guipuzcoanos se han convertido en el matagigantes de la Liga. De los equipos españoles que han disputado Europa esta campaña han vencido a Barcelona (1-0), Valencia (2-0), Sevilla (2-0 y 1-2) y Athletic (0-1). Han caído ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (3-1) y en casa ante Villarreal y Atlético de Madrid (0-2 en ambos). Ante los colchoneros, en el Vicente Calderón, también cayeron derrotados por un claro 3-0. Sin embargo, en la primera vuelta los visitantes ya vencieron a los armeros en Anoeta (2-1) gracias a un doblete de Agirretxe.

La temporada pasada, en el estreno de la Liga y del Eibar en primera, el duelo se quedó en casa (1-0) gracias al golazo que marcó, hoy jugador del Tenerife, Javi Lara por la escuadra del lado izquierdo de Eñaut Zubikarai al filo del descanso. A pesar de que los donostiarras buscaran el empate constantemente, el poco acierto de sus futbolistas certificó la primera victoria del conjunto armero en Primera División. En los tres choques que se han disputado en Ipurua se han producido los tres resultados, aunque siempre con pocos goles. El primer derbi, en 2007, se lo llevó la Real Sociedad (0-1), dos años más tarde terminaron en tablas (1-1) y hace un año los de casa se llevaron el gato al agua. 

La fiesta del fútbol guipuzcoano comenzará a las 20:30 horas en Ipurua. Los de casa, con el objetivo de llegar a los 45 puntos como ha dicho su técnico, quieren volver a ganar tras dos meses sin saborear la victoria. Los visitantes, en cambio, a por su tercer triunfo consecutivo para seguir estando cerca del octavo puesto. Todo ello en una fiesta entre dos equipos que, si todo va normal, se verán las caras la temporada que viene la próxima temporada en la élite.