La Sociedad Deportiva Eibar volvió a sumar un nuevo punto tras empatar (1-1) ante el Deportivo en la noche del sábado en Ipurua. A pesar del tempranero tanto de Adrián González, el cansancio hizo mella en los armeros, que cedieron en la segunda parte hasta acabar viendo cómo los gallegos llegaban a igualar la contienda y se repartían los puntos al final de los noventa minutos. Un punto que hace olvidar la derrota de Mestalla (4-0) y que hace que los guipuzcoanos finalicen la semana de tres encuentros con cuatro puntos de nueve posibles: un triunfo, un empate y una derrota.

Los locales se adelantaron muy pronto en el electrónico. En menos de diez minutos los de casa ya ganaban con un tanto de Adrián González. Los visitantes apenas inquietaban la portería de Asier Riesgo, aunque en la segunda mitad salieron mucho más decididos y fue entonces cuando más sufrieron los de José Luis Mendilibar, que ya reconoció el pasado miércoles que la temporada se les estaba haciendo muy larga, algo que volvió a quedar reflejado en un nuevo choque de la competición doméstica.

El partido, al igual que el final de campaña, se le hizo eterno al Eibar, que acabó muy cansado. Poco a poco el Deportivo cogió el dominio del juego y de la mano de Cartabia igualó el duelo. Son ya numerosas las ocasiones en las que los armeros se ponen por delante, aunque en muchas de ellas el rival acaba consiguiendo puntuar debido al bajón que sufren en la segunda mitad. Nada nuevo bajo el sol. Pasó en la primera vuelta y en la segunda se está viendo reflejado. 

La plantilla ha llegado muy justa al final de temporada. La gran primera vuelta ha servido para conseguir la permanencia de manera solvente, aunque la segunda ronda de la campaña recuerda a lo ocurrido hace un mismo año sin llegar al mismo final. El equipo, agotado, afronta las últimas jornadas con la esperanza de llegar a los 45 puntos, pero falta dar un último empujón para ello y volver a competir durante los noventa minutos.