A pesar de que su principal cometido es evitar los goles de los contrarios Ivan Ramís este fin de semana se tomó la licencia, en un córner botado por Bebé, de marcar el gol que daba la victoria momentánea a su equipo en el estreno liguero en Riazor, siendo, de esta forma, el primer goleador azulgrana de la temporada y uniéndose al club formado hasta ahora por Javi Lara, autor del primer gol en Primera de los vascos, y de Adrían Gonzalez que fue el autor del primero de los tres goles que le endosó el Eibar al Granada el pasado año y que además dió el primer liderato de los armeros en la máxima categoría.

Además, el gol es de una especial significación para el central balear puesto que es una reivindicación personal para un jugador que a finales de la temporada pasada había finalizado su contrato a pesar de tener un buen rendimiento en el campo. Fue un año dificil para Ramis en el plano físico, puesto que por problemas musculares fue baja en un buen número de partidos, motivo por el cual los regidores del club armero se pensaron mucho la renovación del jugador. Pero su peso en el vestuario azulgrana, en el que es uno de los líderes y uno de los jugadores más queridos tanto por sus compañeros como por la afición junto a su buen rendimiento en la campo pesaron en la decisión y Ramis renovó por un año con opción a otro más, por lo que este gol ha servido a modo de agradecer la confianza prestada en él.

Este tanto supuso además su estreno como goleador azulgrana y a punto estuvo de aumentar su cuenta en un remate parecido al del gol tras un córner de nuevo botado por Bebé pero el remate acabó en las manos del arquero deportivista. Lástima porque, a pesar de la felicidad del primer gol, este no sirvió para sumar punto alguno en Riazor. Aun así seguro que servirá de motivación para conseguir el objetivo primordial que es la permanencia, una vez más, en la mejor liga del mundo.