No corren buenos tiempos por la capital de Turia, donde después de completar una nefasta temporada, quedaron en una duodécima posición insuficiente para el club che por historia y por plantilla. Hasta tres entrenadores pasaron por el banquillo valencianista hasta la llegada del vasco en las últimas jornadas, donde materializó la permanencia pero acabó la temporada con unos números algo pobres.

A pesar de ello, el beasaindarra tiene en la presente temporada una nueva oportunidad de revertir la crisis que atraviesa el Valencia, aunque de momento no haya comenzado con buen pie tras la derrota por 2-4 ante el Las Palmas de Quique Setién, donde sin hacer un mal partido, los errores en defensa condenaron a un conjunto che que lleva sin ganar en liga desde la jornada 34 de la pasada temporada, cuando lograron los tres puntos ante el Eibar con un holgado 4-0.

Un entrenador que pide trabajo

Si por algo destaca este entrenador, que hasta hace no mucho trabajaba junto a técnicos del nivel de Rafa Benítez o Quique Sánchez Flores como preparador físico, es por su exigencia a sus jugadores. El guipuzcoano, conocedor de la calidad de sus jugadores, reclama que sus pupilos trabajen y sean profesionales, ya que, según él, no solo hay que tener en cuenta su “calidad técnica y táctica”.

En sus primeros días ya declaró en la misma entrevista que los resultados llegan después de tener “unos procesos instaurados”. A lo que se refería el vagonero era a todo el proceso que da identidad a un equipo de fútbol. “El tener una forma de hacer las cosas te da consistencia, la consistencia te genera una cultura de trabajo que es importante porque te da una identidad” comentaba por aquel entonces el actual técnico del Valencia.

Un 4-3-3 que no soluciona las lagunas defensivas

La pasada jornada los valencianistas acabaron por detrás en el marcador después de realizar un partido notable, pero la falta de contundencia en defensa le costó caro al Valencia. Abdennour, en un fallo de marca dejó a Livaja solo ante Ryan, que no perdonó ante el australiano, y porteriormente, un penalti cometido por Montoya permitió que los isleños se adelantaran. En la tercera oportunidad que tuvieron los de Setien batieron por tercera vez a Ryan, dejando en evidencia a una defensa que deberá mejorar de cara al partido ante el Eibar.

Un esquema con un claro 4-3-3 en el verde que funcionó para dejar buenas sensaciones en el conjunto global, pero que no sirvió para llevarse un partido que estuvo marcado por los errores de una defensa que dejó preocupado al guipuzcoano. Sin embargo, en ataque, jugadores como Santi Mina, Alcácer o Medrán, entre otros, generaron mucho peligro sobre la puerta de Varas, a pesar de que no sirviera para sumar los tres primeros puntos.

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