Se llevó el gato al agua la SD Eibar que logró imponerse frente a un dolido Valencia que llegaba de ser goleado por la UD Las Palmas en su propio estadio, gracias a un tanto de Pedro León, quien se estrenó como goleador armero al recoger su propio rechace tras errar un lanzamiento de penalti; en un partido de ida y vuelta donde los ché tuvieron muchísimas ocasiones que fueron incapaces de transformar, especialmente, un Santi Mina que llegaba de anotar dos goles en Mestalla pero que hoy no tuvo su mejor día.

El partido arrancó tras un minuto de silencio en honra a los afectados por el terrible terremoto que tuvo lugar en el centro de Italia. Los compases iniciales del choque fueron de tanteo, pero se vio a un Eibar con ganas de ganar, encontrando en Bebé, de nuevo, su referente ofensivo.

A los pocos minutos generó un leve peligro el club armero, primero con un tiro lejano de Pedro León que puso a prueba a Ryan y luego con una sensacional jugada individual por la banda izquierda de Bebé, quien se zafó de varios defensores para más tarde tratar de enviarle el esférico a Kike, quien también estuvo muy participativo, pero su centro se topó con la manopla del guardameta australiano.

Estas dos intentonas encendieron un poco el encuentro, que empezó a relajarse progresivamente hasta volver a un estado de calma en el que ambos clubes se respetaban. Se tuvo que esperar ya hasta los veinte minutos de partido para volver a ver jugadas ofensivas, cuando Santi Mina trató de batir en dos ocasiones a Riesgo, no obstante, ambas jugadas fueron anuladas por fuera de juego. También tuvo la suya Rodrigo, quien tras un centro de Nani, se disponía a empujar el balón a placer, pero se topó con Luna, que hizo la primera de sus dos estelares apariciones para salvar el tanto ché y enviar el esférico a saque de esquina.

Estas dos ocasiones hicieron saltar las alarmas en la retaguardia armera, y a causa de ello, se tambaleó el bloque entero, no obstante, el poco acierto de los valencianistas permitió a los de Ipurua mantenerse en el partido. Al borde del descanso, llegó un carrusel de ocasiones. Primero, Santi Mina erró un tiro a puerta vacía, y pasado el cuarenta, envió a la grada un remate sin oposición, completamente solo con Riesgo casi batido; mientras que en el último suspiro, Escalante y Kike pudieron batir a Ryan por la vía aérea para adelantar al Eibar en el marcador, pero ninguna ocasión llegó a buen puerto.

Con esto se llegó al descanso, y arrancó el segundo tiempo con Ramis dejando el partido por lesión, la cual fue ocasionada por un choque con Santi Mina en los mediados del primer tiempo. De nuevo, los minutos iniciales fueron de tanteo, y fue Pedro León quien dio el primer susto cuando estuvo a punto de batir a Ryan con un potente lanzamiento en un libre directo que atrapó el guardameta australiano.

Entonces, el Valencia, literalmente, se esfumó del terreno de juego. Las conexiones no salían, los tiros no cogían puerta y las ayudas defensivas llegaban tarde y mal. Todo esto, sumado al acierto de los armeros, provocó que el Eibar se fuera asentando sobre el terreno y acomodándose, lo que les permitió abrir el campo con Bebé y Pedro León.

Finalmente, desembocó este hecho en la recompensa del Eibar, cuando una subida por banda derecha de Pedro provocó que Abdennour acabara por tocar el balón con la mano en el interior de su área, y por lo tanto, Hernández Hernández señaló penalti. El propio Pedro ejecutó la pena máxima, lanzándola hacia el lado izquierdo de la portería. Ryan adivinó sus intenciones, pero la pasividad de la defensa permitió a Pedro León coger el rechace para anotar a placer el único tanto del partido.

Con este tanto, el Valencia se llevaba un duro golpe, y hubieran podido recuperarse al minuto si no hubiera aparecido de nuevo Luna para quitarle el balón de los pies a Rodrigo, quien ya se preparaba para rematar otro centro raso que lo dejaba en una posición muy favorable. Entonces, Mendilibar sacó a Bebé del campo y dio entrada a Rubén Peña, un jugador un poco más defensivo que el sustituido, quien otorgó calma y toque, pero al mismo tiempo verticalidad, al juego armero.

El partido fue muriendo poco a poco, sin que los valencianistas pudiesen contrarrestar el tanto anotado por Pedro León, y el Eibar se mantuvo sin complicaciones y jugando sin prisa hasta que acabó por señalar el trencilla el final del encuentro, que daba los tres primeros ansiados puntos al Eibar, mientras que el Valencia deberá esperar para puntuar.