Elche y Rayo, dos equipos necesitados, se veían las caras en el Martínez Valero en un enfrentamiento directo entre dos equipos llamados a estar peleando por la permanencia. El equipo vallecano afrontaba el encuentro desde los puestos de descenso, y tras ganar en la jornada anterior al Getafe. El Elche, que acarreaba cinco partidos sin conocer la victoria, y había empatado en casa ante Sevilla en el último test liguero, necesitaba ganar para no meterse en los puestos que te mandan a Segunda División. El equipo local logró la victoria por 2-0, goles obra de Albacar de penalti y Javi Márquez. Si antes del choque ya aventajaba al Rayo Vallecano en dos puntos, esta diferencia se iba a agrandar hasta cinco. Los de Escribá, cortan así una mala racha de cinco partidos sin ganar, desde el partido en el que el Valencia visitó el Martínez Valero. Los de Jémez, con mala fortuna debido a la expulsión de Baena en el minuto 20, perdían la ocasión de salir de los puestos de descenso y adelantar a los franjiverdes en la tabla clasificatoria, si lograban ganar en Elche.

Fran Escribá optaba para este importante encuentro por un once con Toño en portería; defensa ya habitual formada por Damián Suárez, Botía, Lombán y Edu Albacar; doble pivote en el medio con Rubén Pérez y Javi Márquez; Aarón y Carles Gil por las bandas, Coro en media punta y Cristian Herrera, la principal novedad, en la punta de ataque. Paco Jémez, por su parte, alineó en su visita a Elche a Rubén bajo los palos; Tito, Gálvez, Saúl y Nacho atrás; Baena, Trashorras y Bueno en la medular y Lass, Viera y Nery Castillo como jugadores más adelantados.

Igualdad e intensidad inicial

Con el comienzo del partido, hizo presencia la lluvia sobre el Martínez Valero. El primer acercamiento, aunque de forma muy tímida, iba a ser por parte del equipo visitante, mediante Alberto Bueno, tras una buena jugada por el medio y que disparó un lanzamiento muy flojo que atrapó Toño sin dificultad. El ex jugador del Real Madrid y del Valladolid está siendo una de las piezas claves de Jémez, haciendo goles importantes para los de Vallecas. La primera del Elche fue en un córner, logrado tras una falta botada por Edu Albacar desde el costado zurdo. En el saque de esquina, Carles Gil tuvo la más clara hasta el momento en un disparo desde dentro del área y que Rubén despejó. Acción peligrosa favorable a los de Fran Escribá, que pudieron adelantarse en el marcador bien temprano, en el minuto 4. La defensa del Elche se mostraba muy segura y atenta ante las ofensivas rivales en los primeros instantes de juego. Se la jugaban dos equipos que tienen los mismos objetivos, y se notaba por la intensidad con la que ambos habían salido, haciendo que desde el principio el choque se igualase. La sorpresa en el once titular de Escribá, el joven Cristian Herrera, iba a tener otra muy clara para abrir el marcador. Tras una penetración por la izquierda de Damián Suárez, cambiado de banda, el delantero del Elche Ilicitano – segundo equipo de la entidad - remató a puerta, para toparse de nuevo con Rubén, que volvió a sacar otra ocasión peligrosa del equipo ilicitano. En la siguiente acción, el Rayo iba a tener una contra muy bien comandada, que finalmente no llegó a nada.

Penalti y expulsión, que condiciona el partido

En el minuto 17, las cosas se le iban a poner muy de cara a los locales. Raúl Baena, derribaba dentro del área a Coro, señalándo penalti Pérez Montero, y saliendo expulsando el jugador del Rayo Vallecano, en otra acción desafortunada de la zaga rayista, como nos tiene acostumbrados en las últimas jornadas. Edu Albacar, habitual lanzador, no iba a desaprovechar la pena máxima e iba a poner el 1-0 en el marcador. Por delante, y con un jugador más, los de Fran Escribá no podían perder esta gran ventaja que se le presentaba en apenas 20 minutos de partido. El Rayo Vallecano no desaparecía del encuentro, pese al duro mazazo, pero sí es cierto que le resultaba difícil aguantar. Paco Jémez decidió dar entrada a Adrián, que ocupaba el lugar de Nacho. Así, el Rayo formaba con una línea de tres defensas, situándose el recién entrado junto a Trashorras, en el medio. Los franjiverdes, con más espacios, jugaban ahora un fútbol más directo. Fruto de ello fue la ocasión de Aarón, a pase de Coro, pero el portero vallecano volvió a salvar a los suyos. Poco después, otra vez Herrera, iba a gozar de una nueva ocasión, que no pudo empujar por muy poco, después de haber recortado dentro del área a Gálvez, pero Rubén estuvo atento en su salida en el uno contra uno.

Tranquilidad para el Elche

El dominio era para los locales, mientras el Rayo solo lo intentaba al pelotazo. Carles Gil era el encargado de comandar las ofensivas ilicitanas, dando un recital de asistencias y desplazamientos en largo, bien reguardado por Rubén Pérez y Javi Márquez, pareja cada vez con más criterio y compensada, y encargada de dar tranquilidad a los suyos, que ahora alargaban sus posesiones. El equipo madrileño tenía que agarrarse a las jugadas a balón parado, y en una falta botada por Trashorras, lograron el único acercamiento después del gol encajado, sobre la meta de Toño, casi en el 40’, pero sin cosechar un remate claro. Cuando tan sólo restaba un minuto para irse a vestuarios, Albacar vio la tarjeta amarilla tras intentar frenar a Lass, que encaraba el área del Elche. La última del primer acto fue la falta del Rayo botada por Saúl Ñíguez, hermano del jugador franjiverde, Aarón, que salió desviada. Con esta ventaja, tanto en el marcador como en jugadores sobre el campo se refiere para el Elche, acabó el primer tiempo.

Los segundos 45 minutos empezaron de la misma forma que acabó la primera parte. Al poco, de la reanudación, al Rayo le señalaron un dudoso fuera de juego que bien podría haber causado una ocasión manifiesta de gol. El Elche parecía confiarse con la situación en la que estaba el encuentro, y los visitantes ofrecían pinceladas de no querer darse por vencidos, con Lass como el jugador que más peligro causaba. Pudo sentenciar el equipo de Escribá en una doble oportunidad. Primero Aarón, tras un centro que no supo controlar acertadamente, y después Javi Márquez, a quien le cayó el rechace, pero golpeó muy alto, en una acción muy clara de remate. Se encadenaban las oportunidades desaprovechadas, y es que, Cristian Herrera, después de picarla ante un defensor, se plantó ante Rubén, que se le echó encima y tuvo que retrasar el cuero para atrás, perdiendo todo el peligro. El portero del Rayo mantenía con vida a su equipo, cuajando una actuación fantástica durante todo el partido. Se sucedían las ocasiones, y el partido y la grada del Martínez Valero se animaba. El gol rondaba la portería de los vallecanos, que cada vez estaban más perdidos en el terreno de juego, ante el mayor dominio del Elche conforme pasaban los minutos. El primer cambio del conjunto local iba a ser el del Manu del Moral, que iba a ocupar el puesto de Aarón Ñíguez. Jémez también iba a mover fichas, dando entrada a Larrivey en lugar de Nery Castillo.

El recién entrado, Manu del Moral, tras una gran combinación con Carles Gil, tuvo en sus botas otra clarísima opción de sentenciar. Estaban perdonando mucho los ilicitanos, que bien podían haber zanjado ya el marcador y el partido, no teniendo que sufrir con una diferencia de tan sólo un gol. Aunque el Rayo no creaba peligro, estaba metido en el encuentro. Cristian Herrera, que no había podido definir sus ocasiones, pero sí luchó y causó peligro, dejó su puesto para los últimos 15 minutos a Boakye, mientras que en el equipo rival, se marchaba Viera por Embarba.

Javi Márquez firmaba la sentencia

El gol de la tranquilidad se había hecho de rogar, pero iba a llegar en el minuto 34 por medio de Javi Márquez, tras un error defensivo que el centrocampista aprovechaba definiendo muy bien. Llegó el 2-0, que ya sí hacía que el Elche se viese casi con el partido en el bolsillo, tras encadenar una ocasión tras otra, sin saber aprovecharlas. El acompañante en el medio del autor del gol, Rubén Pérez, tuvo que abandonar el campo, con molestias, y saltó al césped para disputar los últimos 8 minutos, Carlos Sánchez. La tranquilidad se asentó en el ambiente de las gradas del Martínez Valero con el segundo gol. El Rayo seguía a lo suyo, peleando a contracorriente, sin poder hacer mucho más. La acción del primer tiempo, en la que Baena fue expulsado, así lo vio oportuno Pérez Montero, condicionó sin duda el ritmo y guión del choque. Con 0-2 iba a finalizar el partido, que deja al Elche con 21 puntos, aventajando en 5 a su rival de hoy, que sigue en puestos de descenso.