Los franjiverdes llegaron al partido con el mal sabor de boca que les dejó el partido de la jornada anterior frente al Eibar, cayendo derrotado en casa por 0-2. Por su parte, los blancos demostraban su pegada en los campos por los que pasaba.

En el encuentro, los locales exhibieron su pegada en ataque y su potencia defensiva mientras los franjiverdes los ponían a prueba. Coro y Jonathas recibían balones aéreos a la espalda de la defensa, aprovechando las subidas de Marcelo y Carvajal. Los blancos atacaban por banda izquierda aprovechando que Cisma estaba en la banda contraria a su especialidad, la derecha. Bale y Cristiano intercambiaban las posiciones de delantero centro y extremo izquierdo, mientras que James ocupaba la parte derecha del campo.

En el comienzo del encuentro, los equipos probaron las defensas rivales, pero no hasta el priemr error del colegiado no se abrió el marcador. En este momento el Real Madrid comenzó a utilizar su maquinaria ofensiva y provó a Manu Herrera, que volvía como titular. Mientras tanto, el Elche fijaba su objetivo en superar a la defensa blanca, muy adelantada, y aprovechar la rapidez de Jonathas para causar peligro en la portería del costarricense.

Hasta que en el minuto 20, Bale cabeceó un buen centro de James Rodríguez y mandó el esférico al fondo de la red. A partir de ahí, el Elche desapareció en el juego y los locales ponían a prueba al portero franjiverde. Cristiano, como jugador que siempre quiere más, aprovechó todas las ocasiones de disparo y cuando erraba lo lamentaba y se enfadaba como si el partido estubiera perdido. Finalmente, el extremo luso acabó con un póker de goles y regaló el balón del partido a su hijo.

Cristiano arrasa

El extremo luso no frena en ningún partido. Acumula siete goles en cuatro días, contra el Deportivo de La Coruña y el Elche, y ha ascendido a la cifra de nueve goles en esta temporada 2014/15 de la Liga BBVA, siendo el pichichi de la competición seguido de Carlos Bacca (Sevilla) y Alberto Bueno (Rayo Vallecano), ambos con cuatro goles.

Suma ya 22 goles en sus últimos 13 partidos de liga. Acabó la temporada pasada como un tren y este portento físico no descansa ni deja pie con cabeza. El luso lleva ya 17 partidos consecutivos como local en los que ha marcado un gol o más.

A partir del cuarto gol, la afición comenzó a reivindicar al astro luso como nuevo balón de oro. Con las cifras goleadoras que tiene, solo Messi se le podría poner en su camino.

Pasado madridista

Mosquera y Adrián González crecieron en la cantera blanca y el segundo tiene el madridismo en vena, pues es el hijo de Míchel. Volvieron al Bernabéu y formaron el mediocentro franjiverde, pero no dieron abasto con la presión madridista. La entrada de Illarramendi al once titular aportó al equipo ese equilibrio que tanto señaló Ancelotti y Kroos e Isco se vieron liberados para poder moverse por todo el campo.

Debut de Keylor Navas

El nuevo portero blanco no tuvo mucho trabajo para convencer a Carlo Ancelotti. Un par de ocasiones desde fuera del área, jugadas a balón parado y una falta de Albacar fueron las mejores oportunidades del portero para lucirse, exceptuando el penalti, del que adivinó el lado, pero no llegó a tocar el balón.

Fue respaldado por su afición cuando sonó su nombre por el altavoz y su imagen en el videomarcador. La afición respondió al cambio de portero con buena aceptación y una gran ovación. Los detractores de Iker quedaron conformes, ya que cuando fue nombrado él en la zona de suplentes la afición le aplaudió, pero de forma más tímida que al costarricense.

Rigurosidad de Clos Gómez

El árbitro decidió entrar en el juego y pitar un penalti riguroso a favor del Elche; un intento de despejar un balón en el área acabó con forma de patada a Mosquera. Albacar transformó el penalti y los ilicitanos se adelantaron en el marcador.

La buena noticia que tuvo fue que siguió con la misma pauta, y al siguiente contacto en el área, el árbitro volvió a señalar la pena máxima. Esta vez en el área visitante, Marcelo dio un pase atrás y un jugador ilicitano le toca levemente en el talón, aunque le desestabiliza y Clos Gómez señaló de nuevo la pena máxima. Cristiano no dudó y adelantó a los blancos. Nadie presagiaba que sería el primero de tantos goles.

Clos Gómez señaló una tercera pena máxima sobre Cristiano, por una zancadilla absurda del croata Pasalic. Fue el penalti más claro de todos y dejó el partido sentenciado con el tercer gol del luso y el 4-1 en el marcador.