Juan Anguix es desde ayer ex-presidente del Elche CF SAD. El valenciano hizo oficial su dimisión a última hora de la tarde mediante un comunicado en la web del club. La renuncia del poder llega tras el fracaso de las conversaciones con el inversor americano que llevaba días negociando con el propio Anguix. Además, el alcalde de la ciudad alicantina, Carlos González, consiguió asegurar el dinero que deben abonar a la AFE tras una reunión con empresarios ilicitanos comprometidos a realizar aportaciones personales.

Pese a su decisión de no continuar al mando del equipo, Anguix se ha comprometido a ayudar mediante una "total colaboración" con el nuevo consejo. Además, conocedor de la crítica situación de la entidad, aseguró que acelerará lo máximo posible el traspaso de poderes en pos del bien del Elche.

Han sido tres meses y un día de mandato en el que, el hasta ayer presidente, ha tenido momentos ilusionantes (como su presentación tras la marcha de José Sepulcre), y momentos duros como las dos decisiones de la justicia (arbitraria y ordinaria) de mantener el descenso administrativo ejecutado por la LFP. 

Aunque bien es cierto que el fracaso administrativo no se le puede achacar únicamente a Anguix, pues los impagos por los que fue demandado el Elche por la Liga de Fútbol Profesional pertenecen a la etapa del anterior presidente, Sepulcre, que no supo gestionar de una manera resposable la situación económica del club franjiverde. 

Evadiendo culpas o asumiéndolas, el reciente ex-mandatario ha visto como su equipo directivo se desmonoraba en las últimas semanas con las dimisiones de Paco Román y Dani Rubio (ambos vicepresidentes) y de su portavoz, Josema San-Matías, lo que ha ido deteriorando los ánimos de Anguix.

El reciente ex-mandatario ha visto como su equipo directivo se desmonoraba en las últimas semanas con las dimisiones de Paco Román y Dani Rubio

La puntilla a todo esto fue, además del fracaso con el inversor americano, una reunión entre el alcalde de Elche, Carlos González, y una serie de empresarios ilicitanos, los cuales se comprometieron a abonar un grueso capital (de manera personal) para enriquecer las arcas de la entidad y, poder así hacer frente al pago de la deuda con la AFE. Dicho pago se tiene que producir en dos días, y de no hacerlo, el Elche podría bajar a Segunda División B

Aunque esa realidad hoy en día no es un temor, ya que se ha recaudado casi una totalidad de la deuda gracias a los empresarios, los cuales sólo pusieron una condición para hacer la aportación: la dimisión de Juan Anguix. 

Todo apunta a que el futuro del Elche será un poco más esperanzador gracias a la inversión de estos ilicitanos que han derrocado a Anguix para dar alas al Elche, dónde, tras la contratación de Rubén Baraja como entrenador, empiezan a mirar con optimismo la siguiente temporada.