Espanyol y Granada fueron los encargados de iniciar la jornada 23 del campeonato de Liga. Los catalanes, que venían de caer derrotados ante el Betis (2-0) en la jornada anterior, afrontaban el partido ante los andaluces con el objetivo de no dejar escapar la victoria ante su afición y en feudo periquito. Los granadinos, por su parte, y que también dejaron escapar la victoria la semana pasada ante el Celta en territorio nazarí, visitaban Cornellá-El Prat con la esperanza de poder puntuar y alejarse de la zona peligrosa de la clasificación.

Poco ritmo y expulsión de Víctor Álvarez

El inicio del partido estuvo marcado por el poco ritmo instaurado por ambos conjuntos hasta el momento. Las numerosas imprecisiones, así como las constantes señalizaciones del colegiado Iglesias Villanueva, impidieron que el encuentro tuviera un ritmo de partido más fluido. Aunque, eso sí, y pese al poco fútbol que estaban ofreciendo Espanyol y Granada, fue el equipo periquito el que dispuso de una clara oportunidad para adelantarse en el marcador. Jhon Córdoba, tras una gran asistencia al espacio de Sergio García, desaprovechó un mano a mano ante Roberto al realizar un inofensivo disparo.

Una hora en inferioridad numérica

Y si el partido empezaba a mostrar escasez de fútbol y a generar nerviosismo en las gradas de Cornellá-El Prat, Víctor Álvarez y El Arabi se ‘encargaron’ de revertir la situación. El canterano, que intentó sacar la pelota jugada desde atrás con más tranquilidad de lo habitual, vio como el delantero marroquí le interceptaba la salida del esférico, provocando que el ariete del conjunto andaluz se presentara ante Kiko Casilla. Víctor Álvarez, que intentó arreglar el error cometido, acabó resbalándose y haciendo caer a El Arabi cuando éste se disponía a finalizar ante el guardameta de Alcover. El colegiado aplicó el reglamento correctamente y mostró la tarjeta roja al lateral izquierdo periquito.

El Espanyol, por lo tanto, veía como tenía que afrontar la hora que quedaba para la finalización del partido con inferioridad numérica. Pero los de Javier Aguirre no se dejaron afectar por lo acontecido. Sergio García, haciendo gala de sus habituales recursos técnicos, asistió a Stuani de tal forma que el internacional ‘charrúa’ se presentó sólo ante Roberto. Sin embargo, y aunque el uruguayo realizó un potente disparo, el tiro fue despejado a córner tras una buena intervención del cancerbero nazarí.

Y tras el saque de esquina, Héctor Moreno dispuso de una buena ocasión para adelantar al Espanyol al rematar un centro que acabó finalmente en las manos de Roberto.

El gol de Héctor Moreno fue suficiente

Ya en la segunda mitad, de nuevo fue El Arabi el encargado de poner el susto en el cuerpo a los espectadores blanquiazules, cuando en un mano a mano ante Casilla, y con un buen tiro picado por encima del portero perico, envió el esférico al larguero de la portería catalana. Pero, aún y esta buena ‘arrancada’ nazarí nada más empezar la segunda parte, fue la única ocasión de la que dispusieron los hombres de Lucas Alcaraz.

Los jugadores del ‘Vasco’ eran conscientes del esfuerzo añadido que tenían que hacer tras la expulsión de Víctor Álvarez en la primera parte, y, aunque no hicieron disfrutar a sus aficionados con el juego desplegado, sí que mostraron esa ‘garra’ e intensidad característica de este equipo. Héctor Moreno, tras un gran saque de esquina de Sergio García, envió el balón al fondo de la red tras un gran cabezazo. El central azteca se encontraba libre de marca en el área nazarí y no desaprovechó el buen centro del delantero catalán.

El Espanyol se había adelantado en el partido y no fue hasta entonces cuando el Granada, que había salido en este segunda mitad a no dejar escapar el punto conseguido hasta el momento, empezó a generar sensación de peligro sobre la portería defendida por Kiko Casilla, aunque el guardameta catalán se encargó de evitar cualquier acercamiento granadino.

Con el pitido final, el Espanyol respiró aliviado después de haber sido capaz de hacerse con la victoria ante el Granada. Los periquitos supieron afrontar el partido pese a jugar la última hora de partido con inferioridad numérica y vieron con el esfuerzo realizado tuvo la recompensa deseada.

Tras el triunfo blanquiazul, los de Javier Aguirre se sitúan en la octava posición, cerca de puestos de acceso a Europa League. Los nazarís, por su parte, y que acumulan tres derrotas consecutivas con la derrota ante los periquitos, se colocarán a tan sólo cuatro puntos de los puestos de descenso.