Todo el mundo sabe, o presiente que la relación entre Javier Aguirre y el RCD Espanyol, tiene fecha de caducidad.

Esta fecha de caducidad pudo ser el verano pasado, pero llegado el momento en el que su contrato con la entidad finalizaba, acordaron renovar por una temporada más. Todo apunta a que ninguna de las dos partes involucradas tenía nada mejor en aquel momento; ni el club un candidato mejor, ni el propio Aguirre otra oferta de trabajo que igualara o mejorara a la del club blanquiazul.

Pero este verano, todo apunta a que habrá un panorama diferente. La relación entre el club y el entrenador mexicano se ha ido deteriorando hasta tal punto en que el propio Aguirre se muestra totalmente apático en las ruedas de prensa, como si no le importara lo que sucederá con él al final de su contrato. El club tiene mucha culpa de que la situación entre ambos haya llegado a este punto. Le prometieron fichajes que nunca llegaron y le dijeron que no iban a dejar salir a Wakaso ni a Thievy, el resultado, ya lo saben ustedes bien.

Como bien he dicho antes, este verano, parece ser que la situación será diferente al anterior, ya que el buen trabajo de Javier Aguirre a los mandos del RCD Espanyol no ha pasado desapercibido en el mundo del fútbol y, seguramente, al finalizar su contrato no le faltarán ofertas que, como mínimo, igualen el proyecto deportivo además del salario.

Así pues, la directiva del club se encontrará un verano más con deberes para vacaciones, y de los difíciles. Encontrar un entrenador que sea capaz de hacer el trabajo que hace Aguirre no será un juego de niños. Aunque, ¿quién dice que la directiva no ha pensado ya en este momento?

Recordemos que el actual entrenador del Espanyol "B" es el por todos conocido, Sergio González, el que fuera canterano del club que participó activamente en la Copa del Rey del año 2000, marcando un gol contra el Atlético de Madrid en la final.

¿Es una coincidencia que Aguirre vaya a salir del club este verano y que Sergio González esté cogiendo experiencia en el "B"? Yo creo que no. Todo apunta a que se trata de una estrategia del club periquito para asegurarse el relevo en el banquillo. Una persona que conozca la casa y que no exija un salario elevado es la mejor de las opciones que pueden permitirse las maltrechas arcas del club. No sería una ecuación descabellada dentro del panorama actual. No hay que olvidar que el club puso en el cargo a Mauricio Pochettino, incluso sin contar con ninguna experiencia. La situación no era la misma, pero si Pochettino respondió con buenos resultados, ¿por qué iba a ser diferente con Sergio González? El futuro del banquillo del RCD Espanyol está en casa.

El tiempo da y quita razones.