Como ya dijo Aguirre en rueda de prensa, la situación del equipo en la tabla clasificatoria es bastante cómoda, pero tras las últimas dos derrotas consecutivas, sufridas ante FC Barcelona y Sevilla respectivamente han hecho saltar las alarmas de temporadas anteriores cuando el equipo , al llegar a la recta final de la temporada, con la salvación prácticamente conseguida, parecía desconectar y bajar alarmantemente sus prestaciones. Se ha insistido en que el grupo está comprometido al 100% para mantener el pulso competitivo, y se han marcado el reto de conseguir los máximos puntos posibles. Ante la falta de objetivos más ambiciosos , Javier Aguirre apuntaba hace una semana , antes de viajar a Sevilla, a la meta de conseguir sumar, después de 8 años sin hacerlo , la cifra de 50 puntos; a falta de 6 partidos para dar por cerrado el curso , o lo que es lo mismo , con 18 puntos en juego, los blanco-y- azules deberían hacer más de la mitad del total ante rivales que tienen, todos ellos en juego; el primero de estos partidos será esta noche ante el Rayo de Paco Jémez, uno de los entrenadores de moda en el fútbol nacional que lidera un conjunto que se ajusta a las características de un Espanyol que quiere rematar ya definitivamente esta manida permanencia matemática.

El Rayo, que por su lado ha ido de menos a más a lo largo del campeonato , ha pasado de moverse en la zona de descenso a encontrarse cómodamente instalado en la zona media de la tabla fruto de una magnífica racha que les ha llevado a sumar 16 puntos de los últimos 21 en disputa. Después de muchas críticas a la apuesta por el fútbol bonito y de toque de Paco Jémez, con unos simples retoques en el mismo para dar solidez la retaguardia están llegando los resultados y los vallecanos. Hoy llegan a Cornellà-El Prat como visitantes, donde en Liga nunca han sido capaces de superar a El Espanyol, con el objetivo de asegurar la permanencia aprovechando esta dinámica ganadora que los acompaña. 

Por su parte, el Espanyol, para bien o para mal, llega en este tramo final de la temporada sin impresionar demasiado. La regular labor del equipo le ha hecho no hacer sufrir a sus aficionados en exceso esta temporada, pero no ha sido suficiente para poder optar a entrar en las plazas de competición europea. Hasta el final de Liga, sólo les queda ofrecer una buena imagen, evitar bajar los brazos ante la falta de objetivos más atractivos que alcanzar dicha meta de los 50 puntos, y evitar repetir el mal sabor de boca con el que el afición perica acabó el pasado curso. Eso sí , antes de nada, toca acabar de certificar la permanencia matemática a poder ser, en casa, por lo que la cita de esta noche ante el Rayo se presenta como una oportunidad perfecta miedo conseguirlo.