Un gol de Vela en el descuento dejó sin premio a un Espanyol que puso fuerza y ganas ante el despliegue de potencia de los realistas.

Tras adelantarse en el primer tiempo y luchar hasta el final, el Espanyol se marchó sin ningún punto de Anoeta, frustrado por un gol recibido en el descuento, cuando parecía que los dos equipos daban por bueno el repartimiento de puntos. A diferencia de otros partidos, el equipo blanquiazul realizó un esfuerzo enorme durante los 90 minutos en los que jugó sus armas frente a un rival asiduo a la zona europea.

Ambos equipos dejaron claro al inicio del encuentro que querían sumar los tres puntos. Los visitantes encadenaban varios duelos sin conseguir la victoria, más concretamente desde el pasado mes de marzo en la salida a Málaga. Desde entonces, se han cosechado dos derrotas y un empate el pasado fin de semana ante el Rayo Vallecano. Los locales, por su lado, después de un inicio fulgurante en Liga y su posterior regularidad, buscaban una nueva victoria para asegurar su participación europea para la próxima temporada.

Con sus respectivos papeles, ambos equipos mostraron sus mejores cartas durante gran parte del encuentro. Los donostiarras, poseedores de un juego físico, como es habitual en ellos. Los catalanes, con una fuerte defensa y buscando el contragolpe en la rapidez de Sergio García o en la fuerza de Córdoba. Precisamente, tras una fuerte salida de la Real en la que llegaron a forzar dos saques de esquina sonsecutivos, los pericos fueron encontrando su sitio en el campo y Córdoba, en una acción de velocidad y ejemplo de fuerza, se escapó entre los centrales locales para hacer subir el primer gol al marcador. La Real no se dio por vencida y encontró el gol del empate en un afortunado rebote. Canales centró un balón que impactó en la espalda de Manu Lanzarote lo suficiente para que Kiko no tuviera tiempo de reaccionar y acabara con la pelota dentro de la red. 

Tras conseguir el empate, los "txuri-urdin" tuvieron una ocasión muy clara por mediación de Aguirretxe, pero esta vez Kiko adivinó el remate y desvió el chute que iba a gol.

El descanso sirvió para coger aire a ambos equipos, los periquitos hicieron un cambio, Simao entraró por Lanzarote. La segunda parte fue más trabada que la primera, y costó que fluyera el juego por parte de ambos equipos.

Jagoba Arrasate decidió finalmente mover el banquillo en busca de alternativas a lo que estaba viendo y Aguirre tuvo que hacerlo a la fuerza porque Córdoba se fue en camilla con claros signos de dolor. Pérdida importante para el RCD Espanyol. Y una vez más, el gafe de los periquitos volvió a salir a la luz, y cuando más duele, en pleno descuento, Vela se marchó de su marcador por velocidad y superó a Kiko en su salida, dejando al equipo con una sensación de frustración tremenda.