De la forma más cruel posible el filial periquito ha sufrido una nueva derrota, esta vez en un partido oficial, contra el mítico Europa. Un fin de semana nada fértil para los intereses del Espanyol B, que por la mínima cae eliminado de la Copa Catalunya.
Principalmente ha habido dos factores que han evitado la victoria blanquiazul: la poca precisión para enlazar unos cuantos pases seguidos y el portero Leva, el menos goleado del Grupo V de la Tercera División. Los visitantes salieron con fuerza y forzaron dos córners rápidamente pero los graciencs supieron calmar el partido con control del esférico, algo que le faltó a los de Planagumà.
Así, con un Europa menos rodado pero más preciso, llegó el primer susto para el Espanyol B. Rovira, totalmente solo a puerta vacía, remataba hacia el lado contrario de la portería espanyolista. La facilidad con la que los locales creaban y distribuían el juego era pasmosa para ser el primer partido de pretemporada.
Con once similar al de la derrota contra el Girona, el Espanyol B lanzaba balones largos a Jairo, Mamadou y Pirulo para paliar el mal juego. Traoré no estaba teniendo suerte a la hora de crear juego y perdió más de un balón en las zonas en las que nunca se debe perder. Al juego del Espanyol B le sobraba regate e individualidad y le faltaba asociación, algo que le sobraba al Europa.
La única de los blanquiazules la tuvo Pirulo desde fuera del área pero el tiro apenas inquietó al meta escapulado. Mientras los periquitos no llegaban Koke se tenía que emplear a fondo para no dejar a los suyos con varios goles en contra.
A la vuelta del descanso el juego del Espanyol B se fue endureciendo y el árbitro fue benévolo con las entradas de los blanquiazules. Planagumà se dio cuenta del esperpento blanquiazul y puso toda la carne en asador poniendo a Raíllo para tener controlados a los hombres más ofensivos del Europa y a Carmona para explotar su velocidad en ataque.
Aun así, el show llegó a su punto más álgido cuando en un error defensivo de todo el colectivo espanyolista acabó en una salida de Koke para tapar el posible hueco; sin embargo, Ignacio se las ingenió para que el balón saliera disparado hacia el cielo. Botando, despacio, sin saber dónde iba a acabar, casi fregando el larguero…
terminó en el fondo de las mallas para acabar con el suspense creado.
Ya todo estaba vendido. El Espanyol B se lanzó al ataque a la desesperada mientras que el Europa se encerraba atrás. Uno y basta. No hacía falta nada más, solo esperar a que el tiempo pasara y que ningún jugador periquito tuviera esa pizca de suerte que les había estado esquiva durante todo el partido. Carmona la tuvo y salió Leva, Héctor Rodríguez pudo empatar en todos los saques de esquina que lanzó el Espanyol B y Mamadou forzó sus piernas para meterse en el área, pero ni así. La victoria era del Europa y con ello llegaba la eliminación del Espanyol B de la Copa Catalunya.