Javier Aguirre ya no está. El concepto de fútbol empleado por el mexicano sigue presente en la primera plantilla del equipo y es tarea de Sergio González cambiarlo. El equipo jugaba feo y tosco: el 4-4-2 se repetía cada semana con muy pocas variantes en el once. El centro del campo estaba ocupado siempre por dos futbolistas de perfil recuperador y destructor: Víctor Sánchez y David López. Y funcionó.

Los dos centrocampistas cubrían mucho terreno y su labor de desgaste era esencial para poder practicar el fútbol directo del equipo. El juego no era atractivo pero funcionó: Javier Aguirre premió a la afición blanquiazul con una tranquilidad inusual. El equipo no marcaba y el balance de goles era negativo. Pero tampoco le marcaban. Ahí radica el “éxito” de Aguirre: el equipo se reforzó y se endureció, atrás y en las bandas, y supo suplir la ausencia de juego asociativo con una presión intensa y con los destellos de Sergio García.

La etapa de Javier Aguirre ha terminado y ahora toca mirar hacia adelante. En el cómputo altas/bajas, el Espanyol ha salido más beneficiado (hasta hoy) que en los últimos años: el equipo se ha reforzado en todas las líneas y ha llegado Caicedo. Lo más importante es que no ha habido ninguna baja significativa. Se fueron Simao, Capdevila y los descartes. Los nuevos fichajes abren muchas posibilidades al nuevo técnico. Lo más importante será ver cómo rinde Caicedo y qué ocurre en el centro del campo. Aunque parezcan conceptos antagónicos, hay una relación muy estrecha entre los dos. Marcarán el futuro del equipo.

El Espanyol jugará con dos delanteros: Caicedo y Sergio García. Esto deja una cosa en claro: el esquema base será un 4-4-2. Lo que no aclara es quién jugará detrás de los puntas. Sergio tiene varias opciones según el tipo de juego que quiera imprimir al equipo.

Esquemas y variantes

4-4-2 con doble pivote

La primera opción y la más probable es que repita la pareja de medios que dominaron el curso anterior. Víctor Sánchez y David López rindieron a un buen nivel la pasada temporada. Caicedo permitiría jugar con una referencia: balones en largo y fijar a los centrales, con Sergio García con más libertad de movimientos y atacando los espacios. Este esquema, sin embargo, abre un problema con los hombres de banda. Montañés apunta a titular y Salva Sevilla podría ocupar la banda izquierda. Otra opción sería adelantar a uno de los laterales zurdos o dar entrada a Lanzarote en el once. El principal problema de este esquema es la ausencia de un extremo zurdo. También el rendimiento de Salva Sevilla, que ha jugado en el centro del campo toda su carrera. Sería una opción conservadora, ya que los jugadores más asociativos del equipo (Alex Fernández, Abraham González y Salva Sevilla) quedarían fuera del once o desplazados a la banda. Volverían a cobrar protagonismo los centrocampistas de carácter recuperador y con presencia en todas las zonas del campo.

4-4-2 en rombo

Otra opción sería jugar con un centrocampista detrás de los dos arietes. Los extremos pasarían a jugar más pegados al centro del campo y se sacrificaría a un recuperador por un creador. Es lo que se conoce como rombo o diamante. El Espanyol tiene futbolistas para ocupar todas las posiciones y eso permitiría dar más minutos a futbolistas de toque o, incluso, acercar a Sergio García al centro del campo.

4-2-3-1

Aguirre ya la utilizó la temporada pasada. La llegada de Caicedo, sin embargo, altera por completo la formación del equipo. El 4-2-3-1 sería un recurso útil en caso de que uno de los dos delanteros se lesionase. También podría desplazar a Sergio García hacia la media punta y dejar a Caicedo como única referencia. Atrás, un doble pivote. Recuperador, se entiende.

4-3-1-2

Es la opción menos probable porque implicaría sacrificar a los hombres de banda. Esta opción dotaría de más fútbol de toque al equipo que las otras. Aguirre ya utilizó en varias ocasiones esta formación, situando a Abraham González en la media punta con un rol mucho más recuperador. Si Sergio opta por un fútbol más ofensivo, Álex tendría cabida en el once, detrás de los delanteros.

El nuevo rol de Stuani

Thievy abandonará el club en los próximos días. Sergio García y Caicedo serían los únicos delanteros puros del equipo. Uno de los méritos de Javier Aguirre fue la reconversión de Stuani a hombre de banda. Acostumbrado a jugar como referencia, el trabajo y la solidez defensiva le sirvieron para entrar en el once pegado a la banda. Tanto Paco Montañés como Manu Lanzarote se asemejan más al concepto de extremo que tiene Sergio González en mente para el equipo. Stuani podría pasar a jugar como delantero centro si la salida de Thievy se acaba certificando. El uruguayo tiene experiencia jugando en esa posición y el nuevo estilo de juego puede acabar, incluso, beneficiándole. Otra opción para el ataque sería Christian Alfonso, con dorsal en el primer equipo, que podría ocupar las posiciones de banda, la media punta e, incluso, acompañar a otro delantero en la punta de ataque.

Infografías: Elaboración propia en sharemytactic.com.