Marcelo Bielsa, el Olympique de Marseille o, en otras palabras, el líder de la liga francesa y uno de los clubes más laureados de Francia, junto a la posibilidad de presenciar de cerca los jugadores del Espanyol, era un escaparate apetecible para acercarse a la Ciudad Deportiva Dani Jarque. Con un horario poco habitual (16:00 horas) y una temperatura muy agradable, ambos conjuntos se enfrentaron ante una numerosa presencia de aficionados galos y pericos en las gradas. Fue un partido de trámite aprovechando el parón internacional para que los jugadores menos habituales pudieran coger sensaciones y demostrar que pueden cumplir en competición oficial. Y lo hicieron con nota.

Alineación cargada de suplentes

El Espanyol salía con un clásico 4-4-2 con Pau López en portería, Arbilla, Raúl Rodríguez, Álvaro y Clerc en defensa, Abraham, Álex, Salva Sevilla y Mattioni en el medio y Caicedo y Stuani como hombres más ofensivos. Jugadores, la gran mayoría, con escasa participación en la liga y que aprovecharon la oportunidad para que Sergio González tenga serios problemas para decidir la alineación en los próximos partidos.

Lo más llamativo fue la aportación de Carlos Clerc. El lateral izquierdo, que todavía no ha disputado ni un minuto esta temporada, llamó a la puerta de la titularidad cuajando una excelente actuación tanto a nivel defensivo como en ataque, donde siempre sumó. Se anticipó a su marcador, combinó constantemente para dar fluidez al balón, no perdió la posición y siempre estuvo acertado en las subidas a campo contrario. Por el otro costado, Arbilla también hizo lo suyo, jugó todo el partido y acabó de interior en la segunda parte, ofreciendo mucha profundidad por banda derecha durante el encuentro. El medio del campo también funcionó correctamente con un Salva Sevilla que se hizo grande y organizó al equipo durante los minutos que estuvo sobre el terreno de juego junto con Mattioni, que no dejó de correr y que fue una excelente pareja de baile del lateral. Álex y Abraham también se gustaron, perdieron la timidez y se atrevieron con todo, movieron el equipo y cumplieron con sus labores tácticas, ofensivas y sobre todo defensivas.

Lanzarote, Héctor Moreno y Bailly en la segunda

La segunda parte dio para muchos detalles. El primero fue Lanzarote, que por fin pudo disputar unos minutos tras su nula participación en lo que llevamos de temporada. El extremo se mostró solidario y tuvo una clara ocasión para marcar. El segundo, la esperada vuelta del internacional Héctor Moreno después de la lesión que sufrió en el mundial. El mejicano salió a las acaballas del partido y jugó de pivote para empezar a coger ritmo competitivo. El tercer detalle fue la consagración, una vez más, de Eric Bailly como central. El joven marfileño volvió a demostrar que se puede contar con el para la zaga blanquiazul en un futuro muy próximo.

Caicedo marcó en la primera y Victor Sánchez en la segunda

Felipao se reencontró con el gol al transformar un penalti en el minuto 15 de la primera mitad. En la segunda, un rápido contraataque sirvió en bandeja un balón muerto dentro del área para que Victor Sánchez perfilara el balón al fondo de la portería francesa. Para el conjunto galo, Alloe en el minuto 84, remató una falta lateral de Barrada para recortar distancias en el marcador.

Precisamente el marroquí, ex del getafe, fue el jugador más destacado del Olympique. Jugó de media punta por detrás de Batsuahy y su presencia fue clave para las llegadas francesas a territorio perico. Tanto en la primera parte como en la segunda fue el jefe del Marsella y sus internadas constantes desestabilizaron por momentos a la zaga del Espanyol. Suya fue la asistencia del única gol visitante.