Ambiente gélido en Medizorroza, tanto por el público -escaso- como por los jugadores de uno y otro equipo que ofrecieron un partido digno de sofá y manta un domingo a las cuatro de la tarde. No parecía que quisieran disputar el partido, les costó acelerar el ritmo hasta bien entrada la segunda mitad y las imprecisiones fueron habituales durante todo el encuentro. Falta de intensidad, actitud y ganas, todo ello necesario y típico en una eliminatoria.

Ante este clima de despropósitos futbolíticos hubo, aunque no lo parezca, muchas cosas interesantes y analizables en un Espanyol que afronta el derbi de este fin de semana con dos victorias consecutivas a sus espaldas.

Cuatro laterales para cuatro posiciones

Hasta cuatro "teoricos" laterales puros saltaron ayer en el once inicial de Sergio González. Teoricos porque dos de ellos, Mattioni y Victor Álvarez, jugaron de interiores por delante de los otros dos, Clerc por lzquierda y Javi López por la derecha. Lo que buscó Sergio fue dar profundidad a las bandas con cuatro jugadores acotumbrados a subir desde atrás y que controlan muy bien los desdoblamientos.

Mattioni

Fue de los más activos del Espanyol. De los pocos que le puso una marcha más al partido y que se atrevió con largas conducciones por la banda. Estuvo a punto de marcar pero un defensa del Alavés salvó su disparo en la línea de gol. Ayudó en defensa y en la presión a campo contrario.

Marcaje a Tejera

El peligro del equipo de Gasteiz pasa por las botas de Sergio Tejera, mediocentro zurdo de exquisita calidad que se marchó al Chelsea en edad juvenil después de su paso por la cantera del Espanyol. Ayer fue un partido especial para el, se enfrentaba a un equipo que conocía muy bien y que no lo vió triunfar debido a sus irregulares actuaciones. Sufrió un marcaje de vigilancia que no le permitió desplegar su arsenal, el Alavés lo notó y acabó siendo sustituido en la segunda mitad. 

Stuani

Brillante. Se peleó con todos aunque en más de una ocasión se encontró sin ayudas. Hizo lo que se espera de el, marcar. No es un jugador dotado de una técnica sublime, ni un portento físico admirable pero no pierde nunca la compostura, lucha cada balón, pone el pie, la cabeza y lo que haga falta y eso, al final, compensa. Dos goles, uno de rebote y el otro en el minuto 92 rematando casi de espaldas pero da igual, el solito dio al Espanyol una clara ventaja para la vuelta de la eliminatoria.

Luque y Jordan

Fueron los dos jugadores del filial que debutaron en Copa. Como era de esperar, salieron ilusionados y aportaron, sobre todo, muchas ayudas defensivas durante la segunda parte en que el partido se convirtió en un monólogo del Alavés.

No cerrar los partidos conlleva sufrir

Antes del segundo gol de Stuani, el Alavés llegó infinidad de veces a la portería de Pau López. El Espanyol se encerró atrás y se dedicó a despejar sin sentido todos los balones que se acercaban. Imagen atípica de un equipo de mayor categoría. Los vitorianos pudieron empatar en alguna ocasión pero la falta de puntería y la seguridad de Pau López lo impidieron