Decía Unai Emery en rueda de prensa que no iba a plantearse el partido de liga contra el Espanyol como una venganza. Pero sobre el campo el Sevilla se desquitó de la eliminación en Copa. El equipo de Emery ganó por   al Espanyol con goles de Diogo Figueiras, Vitolo y de Iago Aspas. Stuani y Víctor Sánchez hicieron lo propio para el Espanyol, que aguantó con diez toda la segunda parte, remontó, y jugó un partido muy digno sin muchos titulares.

Los primeros minutos del partido fueron intensos; el Sevilla dominó, lo que sería un espejismo del porvenir del choque. Pero del 1-0 a favor del Sevilla se pasó al 0-1 del Espanyol: un contraataque que había de rematar Salva Sevilla acabó en un penalti que marcó Stuani. Beto se desentendió del balón y arrolló al mediocentro, pero el árbitro solo castigó la jugada con amarilla. El arquero portugués no terminaría el partido, se lesionó, y Sergio Rico, meta suplente, jugaría la segunda mitad.

A Kiko Casilla lo expulsaron con 2-1 y después de sacar dos balones en la línea de gol, uno con la mano derecha y otro con la izquierda. Iago Aspas encaraba solo al portero, que se vio obligado a salir del área y el gallego picó el balón, inteligentísimo, para batir por alto al portero y marcar gol o provocar el fallo. Consiguió lo segundo: Casilla despejó el balón con la mano fuera del área. El árbitro sí que vio roja en esta jugada. Pau López entró por Salva Sevilla.

Diogo Figueiras volvió a marcar otro golazo al Espanyol tres días después. Ahora desde el otro lado y casi sin querer: un error en la entrega de Abraham lo empalmó de primeras el portugués y lo coló por la escuadra derecha. El Sevilla basculó su ataque por la banda derecha de Vidal, atacando el flanco izquierdo, mal defendido por Fuentes, que jugó un partido horrible, superado en defensa y nulo en ataque. El otro lateral, Javi López, también estuvo mal en defensa pero atacó bien: de una incorporación suya al ataque salió un despeje que Víctor Sánchez marcó

El segundo gol lo marcó Vitolo. También surgió de una pérdida del Espanyol; esta vez la perdió Cañas, Aleix Vidal se coló por la derecha y Vitolo la empujó. La defensa blanquiazul estuvo lenta y despistada. Tanto en el segundo como en el tercer gol del Sevilla los zagueros del Espanyol fallaron en los despejes. Sería injusto decir que se podrían haber evitado los goles, pero es cierto que la victoria del Sevilla ha venido, en parte, gracias a los fallos blanquiazules.

Sergio González decidió dar descanso a varios titulares: Sergio García, Caicedo y Lucas Vázquez vieron el partido desde el banquillo, y Arbilla no entró en la convocatoria. Los centrales fueron Colotto y Héctor Moreno, que dio el susto al lesionarse en la primera mitad. Un mal gesto hizo augurar una grave lesión de rodilla. Al final fueron los isquiotibiales, menos grave que la rodilla pero que obligó a Álvaro a salir al césped sin calentar. En la jugada siguiente marcó Vitolo. El Espanyol se queda sin uno de sus tres centrales, y se queda con dos centrales hasta que Moreno se recupere.

La segunda parte, cuesta arriba

Sergio se encontró al descanso con un jugador menos y dos cambios hechos. Pero metió a Sergio García por Montañés, dando el todo por el todo. El Espanyol aguantó, peleó y se defendió con un hombre menos, y acabó remontando con un muy buen gol de Víctor Sánchez después de una muy buena jugada de Javi López. Después era todo cuestión de aguantar. Y aguantó hasta el minuto 89.

Iago Aspas, que forzó la expulsión de Kiko Casilla, atacó los espacios una y otra vez y no dejó de luchar, consiguió marcar ante una defensa mal colocada el 3-2 que acabaría dando la victoria al Sevilla. Al Espanyol se le escapó un punto en los últimos minutos. Un empate de esos que saben igual que una victoria, un empate de visitante en el campo un equipo mejor. El Sevilla sigue invicto en su campo y el Espanyol pierde por segunda vez en una semana en el Pizjuán, aunque la anterior derrota fue una victoria.