Los minutos finales del encuentroo fueron emocionantes pero de nada sirvieron. Tras una primera parte sin goles el Valencia consiguió imponerse en el marcador gracias a los goles de Piatti y Parejo, que lanzó un lejana falta que impactó en Pau López. A los pocos minutos Sergio García robó un balón y se plantó delante de Alves para marcar el único gol periquito. El Espanyol no perdió la cara al encuentro pero aun así no consiguió empatar. 

El conjunto blanquiazul comenzó como la gaseosa. Los primeros minutos fueron de tanteo con alguna que otra aproximación al área valencianista. Cuando los de Nuno empezaron a ver las intenciones de los locales no se volvió a ver ninguna jugada de mérito, pues los blanquinegros impidieron con pericia las incursiones de Lucas Vázquez o Sergio García.

El Valencia comenzó a carburar. Los visitantes no se podían permitir otra derrota tras el varapalo contra el Málaga por lo que se volcaron en ataque. La defensa periquita pasó la primera parte con nota ya que solamente cedieron al poderío de Rodrigo y Alcácer.

Tampoco tendría suerte Caicedo. El ecuatoriano se revolvió en la frontal del área, se deshizo de sus marcadores y se internó hasta el punto de penalti. Con todas las de marcar Alves se hizo grande ante Felipao y paró su definición con la zurda. Sin duda, fue la mejor opción para el Espanyol.

El paso por los vestuarios entó bien al Valencia, que todavía se volcó más en ataque. Si las jugadas valencianistas siempre acababan siendo desbaratadas por la zaga periquita el gol tenía que llegar tras un fallo, algo crucial que desnivelara la balanza. 

La mala fortuna de cara a puerta de Caicedo se trasladó a la hora de mantener el balón. El ecuatoriano perdió un balón que sirvió de pretexto para que el Valencia montase un contragolpe mortal. Piatti y su velocidad endiablada acabaron con el empate.

Uno de los reencontrados con la afición valencianista, Dani Parejo, selló la superioridad visitante desde muy lejos, tanto que parecía imposible que su tiro libre entrara. El centrocampista, con la involuntaria participación de Pau López, puso tierra de por medio con un Espanyol tocado.

La entrada de Stuani propició que el Espanyol le buscara para arrastrar defensores y encontrar huecos que aprovecharan los puñales blanquiazules. De ahí nació una oportunidad clamorosa entre Sergio García, que asistió, y el uruguayo, que remato perfectamente, para que un zaguero sacase el cuero cuando ya entraba. En la siguiente jugada Stuani pudo volver a marcar pero el Valencia usó la táctica del muerciélago, es decir, todos colgados del larguero para impedir que el balón entrase.

Con todo y con eso el Espanyol marcó mediante Sergio García, que robó un balón y definió con potencia para asegurarse el gol. El colegiado añadió cuatro minutos pero Valencia se propuso impedir el juego. Se montó una tangana que tardó dos minutos en disolverse, pues los que iban a poner paz - como Diego Alves - acabaron sembrado guerra con manotazos injustificados. 

Finalmente, los tres puntos se los quedó el Valencia, que rompió las racha espanyolista de cuatro partidos consecutivos sin perder en casa. El Espanyol no puede relajara ya que el miércoles viaja a Bilbao para enfrentarse al Athletic en la ida de la Copa del Rey.