Ya han pasado nueve años desde la última semifinal que disputó el Espanyol. En aquella ocasión se trataba de la Copa de la UEFA. Los pericos eliminaron a un poderoso Werder Bremen y se plantaron en la final de Glasgow. Tras todo este tiempo, el conjunto blanquiazul vuelve a tener una cita con su historia.

La vuelta de semifinales de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao lleva semanas siendo una fecha marcada en rojo en el calendario. Hasta el momento es el partido más importante de la temporada, y Sergio González ha hablado ante los medios para contar como se encuentra el equipo. Sin duda, la palabra que más ha destacado en la rueda de prensa ha sido “ilusión”. El técnico ha declarado que sus jugadores están “capacitados para coger la parte buena” de todas aquellas sensaciones que mañana va a desprenderse: “pasión, magia y adrenalina”. Es tan “especial” el partido que el entrenador del Espanyol afirma que “nadie va a jugar cansado”. “No hay ningún jugador que mañana no quiere jugar el partido”, ha declarado Sergio.

Para la afición el partido también va a ser un derroche de emociones. El dandy es conocedor de la euforia de la minoría y ha dicho que “el de mañana es un partido que lo reúne todo. La comunión entre equipo y afición es única”. Sin duda la hinchada perica va a jugar un papel importante durante la noche: “en casa, con la afición volcada, todo va a sumar. Son partidos muy ilusionantes y muy importantes” reconoce Sergio.

A pesar de todo este ambiente pre partido, los pericos no han podido ver a un Espanyol rindiendo al nivel mostrado en Copa. Los resultados han sido buenos: dos victorias en los tres últimos partidos, una de ellas como visitante. Aun así, no se ha visto un tan competitivo. El mismo Sergio lo ha reconocido, poniendo especial énfasis en la segunda parte ante el Córdoba. Uno de los motivos es que, aún teniendo tres semanas de margen, los jugadores llevan todo este tiempo “esperando el partido”. El entrenador perico ha dicho que sus jugadores tienen “ansiedad positiva” y saben perfectamente que se trata de “un partido muy importante para el club”.

Para conseguir la clasificación, Sergio lo tiene claro. Todo pasa por mantener la compostura dentro del campo. El técnico catalán imagina “un partido muy intenso donde va a haber muchas imprecisiones. El equipo más tranquilo será el que va a tener más a decir”.

En casa, ante la afición y conscientes de que pueden entrar en la historia perica, a Sergio también se le ha preguntado acerca de esta primera noche mágica en Cornellà. La oportunidad es propicia para “poner una primera piedra e incrementar el nivel de magia del estadio”, ha dicho el entrenador blanquiazul. A partir de allí, Sergio González confía que el campo también se llene “durante el resto de partidos”.

Uno de los problemas que se le puede presentar al equipo es el tema de las sanciones. Hasta cinco jugadores se perderían una posible final en caso de que fueran amonestados. Estos son Caicedo, Montañés, Víctor Álvarez, Arbilla y Sergio García. Al dandy se le ha preguntado acerca de si esto podría afectar el nivel de juego de sus jugadores, algo a lo que Sergio ha respondido de forma tajante: “el jugador que sale no lo hace pensando en las tarjetas”. Ha dicho que cada jugador conoce su límite y que si alguno se pierde el siguiente partido, “son cosas del futbol”. Lo más importante es que mañana “nadie se puede dejar nada en el vestuario”.

Por último, a Sergio también se la ha preguntado por el joven guardameta Pau. Ha confirmado que va a jugar, como viene haciendo en todos los partidos coperos. De esta forma, el técnico de l’Hospitalet ponía punto y final a una rueda de prensa diferente para él. Es la primera vez en su corta trayectoria como entrenador que llega a unas semifinales. Él mismo ha llegado a admitir que en su casa “están alucinando, pero que ahora toca ver a la gente feliz”. De nuevo, ha recalcado que la gente está “muy ilusionada” y que tiene “confianza ciega” en que el equipo “hará un buen partido”.