Sonó el pitido final ante el Athletic y de pronto se desvanecieron todas las dudas. Aquel Espanyol que no mostraba su mejor versión, desapareció tras sumar la segunda victoria consecutiva en cuatro días. Terminado el encuentro el cuadro de Sergio González se ponía octavo en la tabla, a cinco puntos del Málaga o lo que es lo mismo, la tan deseada séptima plaza.

Este fin de semana el Espanyol puede dar otro paso ante el Levante, y así lo ha certificado Abraham en su rueda de prensa. El mediocentro ha dicho que “el partido del Levante es clave para engancharnos arriba”. La plantilla blanquiazul es consciente que el Málaga juega en el Bernabéu, un campo donde puede dejarse algún punto. Aun así, Abraham no quiere echar palomas al vuelo. El futbolista avisa que el Ciutat de Valencia “va a ser un campo complicado porque el Levante se está jugando la vida. Ahora los equipos de abajo son más peligrosos que los de arriba”.

Este último sprint para luchar por objetivos más ambiciosos viene dado por la reciente mejora del juego del equipo. Abraham ha justificado el mal momento que atravesó el equipo diciendo que “el fútbol va a rachas”. Es indudable que en estos dos últimos partidos el equipo ha competido mejor. Abraham ha certificado este buen estado diciendi que “el equipo ha demostrado que puede engancharse a la parte de arriba y no quiere dejar pasar esta oportunidad”.

A Abraham también se le ha preguntado por cómo el entorno se había comportado con el equipo estos días. Antes del partido del Villarreal el entrenador blanquiazul declaró que se estaba siendo “injusto”, algo en que el mediocentro ha coincidido diciendo que “la racha no ha sido para tanto”. A pesar de todo, también ha añadido que “la gente es libre de opinar”.

Por último, el futbolista también ha hablado sobre su rol en el equipo, mucho más protagonista en este tramo final de temporada. Abraham ha dicho que siempre ha confiado en él mismo y que ahora está “contento de tener una continuidad en el equipo”. Consciente de la competencia que tenía con Víctor Sánchez y Cañas, el trabajo que él mismo destacaba le ha valido la recompensa.