Espanyol y Rayo Vallecano se dieron cita en la matinal del domingo en el choque correspondiente a la trigésimo cuarta jornada del campeonato de Liga. Ambos conjuntos, ubicados en la zona tranquila de la clasificación, afrontaban el duelo con las máximas ilusiones por conseguir un triunfo que les permitiera soñar hasta final de temporada con la codiciada séptima plaza que brindará acceso a Europa la próxima campaña. El Espanyol, eso sí, partía con ventaja en la pugna por esta posición con respecto al Rayo al encontrarse a menos puntos del séptimo clasificado que el cuadro madrileño, relativamente cerca de esta posición pero no tanto como el conjunto catalán.

Eficacia franjiroja

Inició el choque en el Power8 Stadium bajo el guión previsto. El cuadro de Paco Jémez puso en práctica su habitual estilo de posesión y control absoluto del esférico, mientras que los de Sergio González esperaban avisar con sus características ‘contras’ veloces. No obstante y pese al dominio del balón por parte de los franjirojos, fue el Espanyol el que dispuso de las ocasiones más claras para haberse puesto por delante en estos primeros 45 minutos de encuentro.

Caicedo, tras una gran bolea con su zurda en el borde del área visitante, estuvo a punto de haber anotado para los suyos, pero la arremetida del ariete ecuatoriano acabó lamiendo la portería defendida por el cancerbero Toño. Minutos después, el lateral Anaitz Arbilla deleitó de nuevo a los aficionados espanyolistas con su espectacular golpeo de balón al enviar un lanzamiento de falta al travesaño del conjunto madrileño. El mismo jugador blanquiazul recogió el rechace y de nuevo hizo gala de sus dotes del disparo al realizar una gran bolea rasa que fue desviada por un jugador visitante a saque de esquina.

Una excelente combinación entre Insúa y Bueno adelantó a los de Vallecas

El Espanyol había alertado. El Rayo seguía con su control y dominio del balón pero apenas había inquietado el arco defendido por Kiko Casilla. Hasta el minuto 28, minuto en el que llegó el tanto de los de Paco Jémez. Una gran pared entre Insúa y Bueno al borde del área blanquiazul acabó habilitando al lateral argentino para que éste finalizara con gran categoría ante el guardameta del Espanyol. El jugador cedido por el Atlético de Madrid acababa de adelantar al cuadro franjirojo tras la que había sido hasta el momento la única ocasión de peligro de los de Vallecas.

Los blanquiazules se despertaron tarde

Arrancó la segunda mitad bajo la misma estela que en la primera. El Rayo dominaba la pelota y el Espanyol buscaba penetrar a través de sus contraataques veloces. Sin embargo, los primeros 20 minutos corrieron como la pólvora sin nada a destacar prácticamente en ninguno de los dos lados. Sólo un balón que sacó bajo palos Rubén Duarte fue la única acción de peligro a destacar hasta entonces en aproximadamente el ecuador de esta segunda parte.

Interrupciones varias, constantes señalizaciones del colegiado Teixeira Vitienes y un fútbol de desasosiego por parte de los blanquiazules por querer igualar el resultado cuanto antes, dificultaban ver un ritmo de juego atractivo. Hasta el Rayo reculó y renunció bastante a llevar a cabo su habitual juego ofensivo y de constante elaboración.

Y en el minuto 79 un centro de Héctor Moreno desde el lateral acabó envenenándose de tal forma que acabó en el fondo de las mallas vallecanas tras un previo bote traicionero en el área pequeña visitante. 1 a 1 en el marcador y aún restaban 15 minutos más el añadido para el final del encuentro.

Teixeira Vitienes culminó su paupérrimo encuentro con una expulsión inexistente

No obstante, el resultado no presentó variación alguna en este tramo final del choque tras la igualada del central de Culiacán. El Espanyol apretó en los instantes finales por un gol que hubiera certificado una remontada vital para seguir en la pomada por la séptima plaza, mientras que el Rayo esperó atrás para sorprender en algún contraataque o jugada a balón parado. Eso sí, el colegiado cántabro Teixeira Vitienes ejerció como protagonista en el añadido del partido al expulsar con doble amarilla a Cañas en menos de un minuto. A lo Mateu Lahoz en el derbi barcelonés de la semana pasada, vaya. Final en el Power8 Stadium con empate a uno entre Espanyol y Rayo Vallecano