El capítulo de salidas en la casa blanquiazul parece no tener fin. Tras la marcha de pilares como Sergio y Lucas y los rumores que rodean a futbolistas como Moreno o Stuani, el pánico volvió a apoderarse de los aficionados pericos. Esta vez el protagonista era Kiko Casilla, en el punto de mira del Real Madrid.

“El partido de las 12”, de la cadena COPE, anunciaba que el meta de la minoría se marchaba al club blanco por tres millones. Un indignado Collet lo desmintió ayer mismo y tranquilizó a los aficionados pericos, al menos por unos días.

Aun así, ya ha habido conversaciones entre el club madrileño y el Espanyol, quienes han tasado el precio de un posible traspaso en 8 millones de euros. Según informa el diario Sport, los primeros encuentros entre los dos clubes se produjeron a principios de junio, cuando los merengues informaron al presidente Collet que querían repescar a Lucas Vázquez.

Desde Chamartín se priorizaba la salida de Iker Casillas, cerrada ayer con el Oporto. El objetivo número uno del club blanco es ahora De Gea, un portero por el que el Madrid pondrá toda la carne en el asador. Los blancos barajan la posibilidad de incluir a Keylor Navas como moneda de cambio. El meta costarricense ya anunció su intención de abandonar el club en busca de más minutos, lo que obliga a los de Rafa Benítez a encontrar un segundo portero. Es aquí donde aparece Kiko, un jugador ya pretendido por el entrenador cuando este estaba en el Nápoles.

El Espanyol debe hacer frente a un pago de Haciendo este próximo mes de agosto. Tras la venta de Sergio, Lucas y Tejera y el dinero ahorrado de la fichas de futbolistas como Colotto o Mattioni los pericos han sacado alrededor de unos 4 millones. El equipo blanquiazul necesita algo más y está dispuesto a vender a Kiko. La buena relación entre Madrid y Espanyol puede también favorecer la marcha del portero. De producirse, el club blanco ya sabe lo que debe hacer: Kiko vale 8 millones.