En ocasiones la vida golpea brutalmente, sin tener en cuenta ningún tipo de detalle. La afición blanquiazul sufrió el episodio más trágico de su historia, hace seis años, cuando Dani Jarque falleció de forma repentina e inesperada. Estaba en el hotel, hablando con su novia embarazada y su corazón falló. Dani Jarque fallecía de un ataque al corazón con tan solo 26 años.

Acababa de ser elegido capitán. Capitanía que estrenó ante el Liverpool en el partido de inauguración del Power 8 Stadium. Su progresión era meteórica, de hecho equipos de gran nivel lo estaban siguiendo para enrolarlo a sus filas, y el actual seleccionador nacional, Vicente del Bosque, estaba pensando muy seriamente la posibilidad de incluirlo en sus próximas convocatorias. 

No hay forma de encarar esta tragedia, pero siempre se puede sacar algo positivo hasta de la cosa más terrible que pueda pasar. Hace seis años fallecía un gran futbolista y persona, pero nacía una leyenda blanquiazul de por vida. Desde que se fue, su nombre ha sido recordado con más fuerza que nunca en todos los partidos disputados en el Power8 Stadium. Todo aficionado que conoce al Espanyol y a su estadio, sabe que en el minuto 21 el fútbol se congela, pasa a un segundo plano, y en ese momento solo existe el recuerdo a Dani Jarque, aplaudiéndole de forma coral.

La selección, de la que él con casi toda seguridad hubiera formado parte, ganó un mundial y él, cómo merecía, fue protagonista. Andrés Iniesta ese día marcó el gol más importante de la historia del fútbol español, y al levantarse la camiseta en el minuto 116 de partido tras batir a Stekelenburg con una impresionante volea, aparecía el rostro de Dani Jarque junto al lema: "Dani Jarque, siempre con nosotros". Desde ese preciso instante, el mundo supo que la selección española tenía en sus filas a un jugador más y del que nadie duda que ayudó a Iniesta a imprimirle más fuerza que nunca a su disparo. 

Desde el club, los homenajes siguen y no van a parar. La puerta 21 del estadio ha recibido el nombre de Dani Jarque. La ciudad deportiva también lo ha hecho, para que los miles de canteranos que pasarán en los próximos años por la cantera blanquiazul se acuerden de que si luchan con todas sus fuerzas, los sueños se cumplen, como hizo el eterno Dani Jarque. 

El Espanyol juega desde ese día con doce en el campo, ya que el capitán desde arriba anima sin parar al que fue, es y será, esté dónde esté, el club de su vida.