El Espanyol se ha adjudicado una vez más el trofeo 'Ciutat de Barcelona' tras derrotar al Betis en los penaltis (5-4) tras empatar 1-1 el partido. En un choque muy igualado y donde se han podido ver diferentes detalles de calidad, los periquitos han vuelto a demostrar la necesidad de incorporar nuevos jugadores, sobre todo ofensivos, para solucionar la falta de puntería y así poder tranquilizar a la afición que se encuentra en un estado de nerviosismo. 

Un Espanyol bastante activo, desactivado por el gol del Betis

El Betis salió al campo con mucha intensidad y manteniendo la posesión del balón, pero se encontraron con un Espanyol bien plantado y con un Caicedo muy activo. Y es que el delantero ecuatoriano tendría la primera ocasión del partido a los cinco minutos de partido, cuando un potente chut cruzado suyo sería despejado por Adán e incluso tocó el poste. Poco después, el delantero perico tendría otra jugada de peligro, en la que un remate de cabeza saldría bastante desviada a la salida de un córner. Caicedo marcaría gol en la tercera ocasión que tuvo, pero su remate de cabeza acabado en el fondo de las redes fue anulado por fuera de juego. El Espanyol se sentía muy comodo en el campo y se había hecho claro dominador del partido. Tanto era así, que encontraba huecos por toda la defensa bética y seguia atacando mediante jugadas a balón parado como una falta de Arbilla.

Pero cuando mejor se encontraba el equipo catalán, fue cuando llegó el gol de los andaluces. A falta de un cuarto de hora para el final de la primera parte, un mal entendido entre Javi López y Álvaro acabaría con un contrataque de Jorge Molina y su internada en el área acabó con un pase de la muerte rematado por Rubén Castro. El bético marcaba así el 0-1. 

El gol hizo daño a los pericos y vieron como su rival daba un paso hacia delante y se hacían dominadores del partido. Tanto fue así, que otra asociación Jorge Molina-Rubén Castro a punto estuvo de acabar en el segundo gol de los sevillanos. Otra vez fue a partir de un centro de Molina, pero esta vez era interceptado por Pau antes de que Rubén Castro pudiera rematar a gol. Así estuvo la dinámica de los últimos quinze minutos de la primera parte, que se acabó con una falta provocada por Duarte a Rubén Castro en la frontal. Fue el mismo delantero el encargado de picarla y poner a prueba a Pau López. De esta manera se llegó al descanso con 0-1 en el luminoso a favor del cuadro andaluz. 

El despertar del Espanyol

La segunda parte empezó con la misma dinámica con la que terminó la primera. Es decir, con el Betis siendo dominador del partido. Sin embargo, al igual que en la primera mitad, sería el Espanyol quien tendría la primera ocasión. Una gran jugada de Víctor Álvarez acabaría con el balón en pies de Caicedo, pero su disparo potente sería desviado por Adán. Tras esta jugada, los minutos fueron pasando sin ocasiones apenas. Hasta que Ceballos, joven prometedor del fútbol español, dispararía desde la frontal del área, realizando un gran disparo que obligó a Pau López a hacer una gran estirada para enviar el balón a córner. Esta gran parada arrancó un profundo aplauso por parte de la afición espanyolista. Este sería el punto de inflexión, ya que el Espanyol empezó a atacar en busca del empate mediante centros de Arbilla que no encontraban la cabeza de Caicedo. En cambio, fue Víctor Sánchez para que el delantero ecuatoriano pusiera el empate en el marcador. Una jugada del centrocampista acabaría con un pase de la muerte que Caicedo solo se encargó de acompañar el balón a la portería defendida por Adán. 1-1. 

Tras el gol se vieron pocas situaciones de peligro, pero sí se dio la oportunidad de ver a Burgui y Hernán Pérez en acción, dos de los nuevos fichajes del Espanyol. Fue, sobre todo, el paraguayo quien dejó más detalles de calidad en el campo. Por su parte, Burgui dio el susto de la tarde, cuando a dos minutos del final del partido era retirado del campo por molestias en los isquiotibiales.

El partido acabó con empate a uno, y el trofeo 'Ciutat de Barcelona' se decidió en los penaltis donde el Espanyol se impusó 5-4, gracias a que Caicedo, Hernán Pérez, Abraham, Jordán y Mamadou anotaron sus lanzamientos. En cambio, en el Betis fueron Rubén Castro, Piccini, Pezella y Xavi los que transformaron. El único que falló fue Ceballos, quien en el último penalti de la tanda decidió lanzarlo a lo Panenka, pero sin engañar a Pau. De esta forma, el trofeo se quedó en casa, donde la afición sigue con muchas dudas de cara a la temporada que empieza el próximo 22 de agosto.