En el filial también hay un jugador que ha vuelto a casa. Rufo, una de las grandes promesas de la cantera espanyolista, se marchó al filial del Málaga en un mal momento del segundo equipo periquito. El delantero ha reconocido que está encantado de volver a vestir la blanquiazul: "Estoy muy ilusionado ante esta nueva etapa, siempre he querido volver al Espanyol. Aquí estuve nueve años, conozco el club y al entrenador".

El nuevo fichaje del Espanyol B ha manifestado que Jordi Lardín, responsable del fútbol base periquito, ya quiso recuperarlo la temporada pasada: "No pudo ser puesto que aún tenía contrato con el Málaga".

Uno de los factores determinantes para que Rufo volviera al filial del Espanyol es “la clara apuesta del club por la cantera". El atacante ha reconocido que "hubo interés de otros equipos, incluso de Segunda División" pero tenía claro que quería volver a la que considera su casa.

El entrenador del Espanyol B también ha influido en la decisión de Rufo. El canterano ha explicado que tiene "muy buena relación con Lluís Planagumà" porque fue su primer entrenador y le trajo "al Espanyol junto a José Manuel Casanova".

Rufo ha explicado que ha mejorado desde que se fue al Málaga Atlético porque ahora es "un delantero con más movilidad que ayuda en defensa". "Además, puedo jugar por detrás del punta y en banda; aportaré trabajo y goles", ha concluido el jugador blanquiazul.