Lucas Porcar ha vuelto a la que un día fue su casa después de cinco temporadas. El Espanyol B es ahora su equipo y sus 25 años no le han impedido que Lluís Planagumà quiera contar con él para la próxima temporada. Con motivo de una entrevista en el diario “La Grada”, Porcar ha declarado: “Fue especial redebutar con el filial, sobre todo cuando me cambiaron. Acabé contento por la victoria ante el Lleida, pero creo que puedo dar más”.

Desde que se tiró del barco blanquiazul hace ya unas temporadas atrás, pasó de manera satisfactoria algunas campañas como en el Villarreal B y el Xerez. Sin embargo, la suerte se torció durante las últimas tres en Zaragoza, Eupen y Sabadell hasta el punto de haber estado el verano sin equipo. Porcar explicaba: “No consideró que volver al filial sea un paso atrás. Mi prioridad era estar en un equipo en el que me quisieran, independientemente de la categoría en la que se encontrara. En un principio, cuando llegué a entrenar, ni tan si quiera pensaba en la posibilidad de quedarme en el equipo, pero con el paso de las semanas me di cuenta que aquí encajo perfectamente, tanto a nivel sentimental como a nivel deportivo”.

Lluís Planagumà es el artífice principal para que Lucas haya acabado conseguiendo ficha con el filial espanyolista. “Cuando estaba sin equipo le pregunté a Lluís si podía ejercitarme con el filial y rápidamente me dijo que sí. Creo que tanto él como su cuerpo técnico acabaron muy contentos conmigo tras el stage de Garòs, han valorado mi trabajo y han creído que podía ayudar”, ha apuntado el futbolista de Sant Cugat.

La experiencia es un grado y en el caso de Lucas no es una excepción. El filial blanquiazul es el más joven de los últimos años y Porcar espera dar ese toque de conocimiento y madurez al equipo, por ello apunta: “Al tener una cierta experiencia puedo contribuir con tranquilidad y templanza en los momentos más críticos, así como con buen juego, verticalidad, goles y trabajo deportivamente hablando. Además, cuando los paridos se compliquen o el rival controle el juego, puedo ayudar a nivel defensivo, tal y como se vio en el pasado encuentro contra el Lleida”. También, el mediapunta catalán, sobre el vestuario y el ambiente que se respira en él ha aclarado que “es muy humano y, pese a su juventud, con un grado de madurez importante. El nivel competitivo del equipo es alto, como se pudo ver en la primera jornada, en la que pese a que el Lleida fue superior en algunas fases del partido, supimos jugar nuestras cartas y fuimos más eficaces. Con el paso de los partidos iremos creciendo”.

Lucas tiene claro lo que quiere aportar en su nueva etapa como perica y apunta: “quiero aportar lo máximo, jugar donde me diga el míster y hacerlo lo mejor que pueda. Teniendo en el horizonte el primer equipo, como todos los jugadores del filial”.