El Espanyol ha cambiado por un día el balón por las palas de pádel. El conjunto blanquiazul ha dicho adiós a la rutina debido al parón por selecciones y se ha desplazado al Club Pádel Ripollet para jugar unos cuantos partidos del deporte del momento.

Los jugadores periquitos han mostrado sus aptitudes con la pala en una sesión matinal sin apenas carga de trabajo. La facilidad para adaptarse al pádel y la gran competitividad que genera son claves en la creación de cohesión de grupo, la principal finalidad del cambio de entrenamiento. 

Sergio González es partidario de varias los entrenamientos siempre que puede, pues en pretemporada utilizó el río para favorecer la recuperación física y con el Espanyol B organizó un partido de baloncesto. 

El próximo entrenamiento del Espanyol será el jueves en una sesión matinal (9:30h) a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva Dani Jarque.