El senegalés Pape Diop fue presentado ayer como nuevo jugador del Espanyol. El centrocampista reconoció que desde el primer momento quiso vestir de blanquiazul, porque "es un club que siempre me ha gustado, y me permitirá crecer como jugador", a la vez que aseguró haber tenido ofertas de renovación con su anterior equipo, el Levante.

Antes de la presentación oficial, Diop ya realizó su primera sesión de entrenamiento con el resto del grupo. Preguntado por cómo le recibieron los compañeros y, sobre todo, el entrenador, se mostró muy contento, pues "me han recibido bien. El entrenador me ha dicho que debo ganarme el puesto, que le ponga las cosas difíciles y eso es lo que voy a intentar". Sobre el problemático overbooking en su posición, el senegalés se ha limitado a decir que lo más importante "era estar aquí. Ese problema lo hubiera tenido en cualquier otro club, me da igual si hay overbooking o si hay solamente un mediocentro".

Lo que más ha sorprendido de la operación, es que el jugador estuvo dos semanas en un hotel de Barcelona, entrenándose en solitario y apartado del grupo. Para Diop, cualquier futbolista "echa de menos el campo, quieres trabajar y estar con el resto de compañeros pero lo he vivido con la familia y entrenando”. Además, el centrocampista explicó que no es una situación extraña en el mundo del fútbol: "Ha pasado a muchos jugadores. Vine para fichar, pero se ha alargado por circunstancias que el club no ha podido controlar. Sabía que se estaban buscando soluciones y al final han llegado".

Una de las posibles soluciones que habían planteado desde el club era una cesión durante el primer año de contrato. Diop ha explicado que lo llegó a valorar, pero que su objetivo era "jugar aquí. No me importaba irme cedido. Podía irme un año y volver para intentar cumplir mi objetivo".

Por último, ya vestido de blanquiazul, el jugador envió unas palabras a los aficionados blanquiazules, con las que mostraba muy feliz "de estar aquí. Nos vemos pronto en el campo. ¡Gracias por vuestro apoyo!”.