Cuando las cosas van mal, siempre se pide responsabilidades a los buques insignia del vestuario. Víctor Sánchez, Álvaro, Javi López son los señalados en teoría. Sin embargo, hay gente nueva en el vestuario que tiene calidad y debe marcar las diferencias en el campo.

Burgui, Hernán, Gerard Moreno, Diop y Marco Asensio deben tener personalidad y parar esta crisis de resultado. Para ello, primero Sergio González debe apostar por ellos. Son sabia nueva. Repletos de calidad. Y si nunca los pones juntos, nunca sabes que va a pasar. Es hora de ser valientes.  Basta ya de típicos, de que en estos momentos la experiencia es la que debe ser protagonista. Los galones pueden y deben ser compartidos.

Sin minutos

Burgui lleva 17 minutos en las tres jornadas disputadas. Hernán Pérez, 33 minutos. Gerard Moreno es el que más oportunidades ha tenido, en total 212 minutos. Marco Asensio es el peor parado, lleva cero minutos disputados. Diop está en la misma situación.

Estos son los llamados a suplir las importantes bajas de Sergio García, Kiko Casilla, Lucas Vázquez, Stuani… Sin minutos su rendimiento a estas alturas de temporada todavía es una incógnita. Entre clausulas, fichajes tardíos y lesiones el equipo sigue nutriendo de la plantilla de la pasada temporada. No significa que estos no tengan calidad para ser titulares. Pero los nuevos quieren pelear por un puesto en el once, y de momento no han tenido opciones par ello.

Solo dos goles en 270 minutos

Es curioso, la línea de ataque ha sido la que más ha cambiado de una temporada a otra. Y el equipo lo está pagando. Dos goles en 270 minutos. Uno a balón parado, y el otro intrascendente. Caicedo y Salva Sevilla, dos jugadores de la pasada temporada.  Un pobre bagaje, que debe cambiar radicalmente sino quiere sufrir para mantenerse esta temporada.

Esto pasa por dos factores. El primero de ellos, darle oportunidades a los nuevos fichajes como anteriormente se ha mencionado. Y el segundo, quizás, eso ya es decisión técnica del entrenador, apostar por un once con jugadores más ofensivos. Apostar por más delanteros, en vez de tanto mediocentro. Desordenar un poco el equipo en defensa, con tal de tener más atrevimiento y agitar más a la zona ofensiva del equipo.