Un gol en el minuto 90 cambia el color del arranque de temporada del Espanyol: de un arranque malo a un arranque correcto, con 6 puntos en 4 partidos, es decir, con un 50% de victorias. La victoria contra la Real Sociedad sirve para poner de manifiesto el principal y preocupante problema del Espanyol en este arranque de temporada: los fallos en defensa. De un equipo seguro atrás a un equipo que ha encajado 11 goles en cuatro partidos.

Sergio planteó una revolución a pequeña escala en la lista de convocados después de la escabechina de la pasada temporada. Y esta revolución tuvo su mayor impacto en la defensa porque solo repitió Álvaro con respecto a la derrota ante el Real Madrid.

El gol de Agirretxe es el mejor ejemplo de los fallos en defensa que tuvo el Espanyol: Enzo Roco despejó mal un centro de Canales al corazón del área. Esto lo aprovechó De la Bella para tirar un centro al segundo palo, ante la pasividad de Correa y la lentitud de los dos centrales y Agirretxe solo tuvo que empujarla desde el segundo palo.

El Espanyol ha mostrado su peor cara en defensa

Los mejores jugadores del Espanyol en la primera parte fueron Víctor Álvarez y Marco Asensio. El primero se ofreció en el centro del campo, se atrevió con disparos lejanos y fue el objetivo de los pases largos de Pau López y el segundo era el único jugador del Espanyol que mostraba algo diferente al resto. Y fue una combinación entre estos dos jugadores la que propició el penalti que puso el empate en el marcador: Álvarez giró sobre sí mismo en una baldosa y puso un balón largo que Asensio cazó y regateó a Rulli con una finta. El arquero argentino derribó a Asensio provocando el penalti y su expulsión. Moreno no perdonó ante un debutante Oier, que entró por Bruma.

Gerard Moreno batió a Oier Olazábal para subir el empate al marcador.
Gerard Moreno batió a Oier Olazábal para marcar su primer gol como jugador del Espanyol. Imagen: RCD Espanyol.

El paso adelante de Sergio

El Espanyol no se creyó que estaba con un jugador más hasta bien entrada la segunda parte. El paso adelante del Espanyol fue consecuencia de dos motivos: el primero fue la entrada de Burgui por Víctor Álvarez y el segundo que Hernán Pérez se involucró en el juego. El giro ofensivo del juego del Espanyol tuvo su momento álgido con el gol de Enzo Roco en el minuto 75: el central se elevó por encima de la defensa donostiarra para rematar a gol un muy buen centro de Hernán Pérez.

La presencia de tres mediapuntas en la segunda parte desdibujó el planteamiento inicial del técnico periquito porque se pasó del 4-4-2 habitual a un 4-2-3-1, con Gerard como referencia arriba y con Asensio moviéndose con libertad. Este cambio fue posible porque el Espanyol tenía un jugador más sobre el césped y porque el doble pivote daba una garantía atrás en caso de pérdida de balón: la presencia de Diop en el once titular le da al Espanyol una ventaja en el juego aéreo en el círculo central de la que carecía el equipo cuando alinea a Javi López o a Cañas.

El paso atrás de Sergio

Con el resultado a favor y con un hombre más, Sergio metió a Cañas por Marco Asensio para encarar la recta final de partido con un trivote defensivo. Y como suele ser habitual cuando un equipo se echa hacia atrás para defender el marcador, el rival empató el partido. Y fue un jugador que acababa de entrar en el césped, el delantero brasileño Jônatas (que estuvo en órbita perica), el que marcó el gol en los últimos compases de partido y el que volvió a sacar los colores de la defensa blanquiazul.

El trabajo de Víctor Sánchez y de Pape Diop volvió a aguantar al equipo en el centro del campo. Imagen: RCD Espanyol.

El héroe discreto

En el tiempo de añadido el Espanyol tuvo un córner a favor. Como no estaban ni Asensio ni Víctor Álvarez, el que tiró el córner fue Víctor Sánchez. Los jugadores del Espanyol se concentraron en el primer palo y así lo hicieron también los defensores de la Real, lo que dejó desierto el segundo palo. Por ahí apareció Hernán Pérez, el artífice de la remontada del Espanyol y que había pasado desapercibido durante toda la primera mitad. El paraguayo remató de cabeza y el Espanyol se llevó los tres puntos para el Power8.

Cuatro caras nuevas

Sergio esperó hasta la cuarta jornada para hacer debutar a cuatro jugadores

Cuatro jugadores tuvieron que esperar hasta la cuarta jornada para enfundarse la malla del Espanyol por primera vez. Los cuatro jugaron de titulares: Enzo Roco, Rober Correa, Pape Diop y Marco Asensio. El que más destacó fue Marco Asensio, un jugador capaz de cambiar un partido en una jugada y del que se espera mucho, y más aún después de ver el buen entendimiento con Víctor Álvarez y con Gerard Moreno.

El partido de Pape Diop dejó claroscuros en cuanto a su juego. Lo mejor del senegalés ha sido el poderío aéreo y el músculo que aporta en el centro del campo porque ningún otro jugador de la plantilla puede aportar eso. La otra cara de la moneda ha aparecido con las numerosas pérdidas de balón en el centro del campo.

Rober Correa jugaba su tercer partido en Primera División y el primero con la camiseta del Espanyol. Al defensa extremeño le ha pesado la falta de experiencia y de concentración porque los jugadores rivales le ganaron la espalda en numerosas ocasiones.

Cambios tácticos

La entrada de Cañas al terreno de juego vino motivada por los movimientos de David Moyes: retiró a Vela y a Agirretxe para dar entrada al Chory Castro y a Jonatas en un claro intento de remontar el partido. La reacción de Sergio fue la de retirar a uno de los jugadores más determinantes sobre el verde para dar paso a Cañas, en un intento de amarrar el marcador ante los últimos coletazos de la Real Sociedad. No funcionó porque la Real acabó empatando el partido, y el resultado final vino motivado por una acción aislada y no por un cambio táctico.