El mal comienzo de temporada del Espanyol estaba sacando a relucir las carencias espanyolistas. Futbolistas que acabaron la temporada a un gran nivel estaban pasando atravesando una pequeña crisis de sensaciones. Pau López ha sido uno de los periquitos que peor imagen estaban dando hasta que el Valencia se cruzó en su camino. El canterano salvó en varias ocasiones al Espanyol y demostró su verdadero nivel. 

El portero de la minoría ha confesado que realizar semejante actuación "lo necesitaba a nivel personal" porque ha "comenzado la temporada encajando muchos goles". 

"En los primeros partidos había pequeños errores puntuales, pero son cosas del fútbol. Ahora toca seguir trabajando para ayudar al equipo cuando lo necesite", ha seguido el portero. 

Pau también ha querido hacer un llamamiento a la calma: "Hace una semana parecíamos los peores y ahora que hemos ganado parecemos los mejores. El equipo nunca ha dejado de trabajar y correr". "Cada partido hemos plantado cara y ahora toca ir a Riazor. Ojalá podamos sacar un buen resultado", ha concluido.