Fayçal Fajr colgó una falta desde el costado izquierdo del ataque deportivista, a más de treinta metros de portería. El marroquí puso el balón en el corazón del área perica y Álvaro González peinó el balón hacia atrás, demasiado atrás. Tan atrás que batió a Pau López y coló el balón en su propia portería. El Deportivo se plantaba así con ventaja en el marcador en el minuto 13 y el Espanyol no fue capaz de generar peligro a nivel colectivo en todo el partido. Las únicas ocasiones de peligro que generaba el Espanyol provenían de jugadas aisladas o tiros lejanos. Tampoco pudo aprovechar los córners de los que dispuso y se mantuvo a la cola de los locales hasta el final del partido.

El segundo gol del Deportivo lo marcó Lucas Pérez después de culminar un contraataque tirado a la perfección: una pérdida en el centro del campo dejó con ventaja momentánea al Deportivo, que por medio de lucas Pérez se deshizo de los dos centrales del Espanyol, se la pasó a Luis Alberto, se coló entre dos defensas del Espanyol y recogió el balón que Alberto le devolvía para batir a Pau López con un tiro cruzado. Pérez fue el jugador más determinante del Deportivo en la primera mitad porque aprovechaba los espacios que dejaba Oriol Riera y mordía a los defensas del Espanyol cada vez que tenían el balón. En los primeros acordes del partido ya estuvo a punto de costarle un disgusto a Pau López cuando casi cazó un pase en diagonal de Enzo Roco hacia Rober Correa.

Marco Asensio fue el único jugador perico que generó algo de peligro

El que más destacó en el primer tiempo en las filas del Espanyol fue Marco Asensio porque era el que ofrecía algo diferente pese a jugar fuera de sitio, en la banda derecha. Las principales jugadas de peligro pasaban por sus botas. Sergio alineó por primera vez a Caicedo, Moreno y Asensio juntos. Gerard Moreno participó poco en la primera parte y Caicedo un poco más, moviéndose bien entre los centrales y arrastrándolos para que sus compañeros generasen peligro. Y así llegó el primer tiro a puerta del Espanyol, en el minuto 23; un tiro blandito de Marco Asensio que atrapó el Poroto Lux. Pero esta no fue la jugada de más peligro del Espanyol de la primera parte: Pape Diop estrelló un balón en la madera en el minuto 40. Diop entraba en cada jugada con demasiado ímpetu, y en un balón dividido entró con los dos pies por delante y le hizo la tijera a Lucas Pérez, poniendo en peligro su menisco y sus ligamentos. El árbitro pitó falta y le sacó amarilla en el minuto 33. El Espanyol llegó al descanso con deventaja en el marcador y desventaja numérica porque Felipe Caicedo se retiró lesionado antes de que acabase el partido.

Superioridad gallega en el medio

La que había de ser la principal ventaja del Espanyol contra el Deportivo se convirtió en su principal desventaja: Mosquera y Celso Borges fueron muy superiores a Diop y a Víctor Sánchez, recuperaron más balones e hicieron una doble labor: anular la construcción de juego del Espanyol y suministrar balones a Luis Alberto, Fajr y Lucas Pérez. El Espanyol estaba empeñado en sacar el balón jugado y no probó los desplazamientos en largo pese a tener a dos referencias en la delantera. Esto le generó muchos problemas durante la primera mitad: Víctor Álvarez era incapaz de subir un balón por la banda para intentar asociarse con sus compañeros.

Celso Borges cuajó un sensacional partido en todas las facetas del juego

El Deportivo saltó al terreno en la segunda mitad con la intención de rematar a un moribundo Espanyol. El verdugo era alguien conocido: Lucas Pérez aprovechó un muy buen balón de Celso Borges para regatear a los centrales y anotarse el segundo en su cuenta particular. En el minuto 47 el Espanyol ya perdía 3-0 y veía como la moral recuperada en el descanso se hacía añicos. Con el 3-0 a su favor el Deportivo decidió ceder la posesión del balón y esperar al Espanyol en la frontal de su área. Lo que quería Sánchez del Amo con este planteamiento era explotar una de las principales debilidades del Espanyol: los contragolpes. Así hacía daño el Deportivo; cada contraataque era córner o en gol.

La reacción de Sergio consistió en meter al único atacante que tenía en el banco, el jugador del filial Mamadou Sylla, en lugar de Víctor Sánchez. Este cambio se sumó a los dos que había hecho anteriormente: Hernán Pérez sustituyó a Caicedo por lesión en el descanso y Burgui entró por un desaparecido Víctor Álvarez. Así quería ganar más profundidad y velocidad, pero el que llevaba el peligro del Espanyol era Marco Asensio. Mientras, el Deportivo continuaba transformando los córners favorables al Espanyol en ocasiones de peligro. Fruto de un contraataque, Oriol Riera tuvo en sus botas el 4-0 por dos veces: la primera la rechazó Pau y la segunda la estrelló en el larguero. Lo más preocupante de todo es que Riera cogió el rechace entre cuatro jugadores del Espanyol.

Los últimos 20 minutos de partido vinieron marcados por la expulsión de Pape Diop. El senegalés cortó con una entrada a ras de suelo un contraataque de Fede Cartabia, que había entrado por el goleador Lucas Pérez. Le costó la expulsión y una lesión; se retiró en camilla. Con los cambios hechos y un jugador menos Sergio alineó en el centro del campo a Burgui, Hernán Pérez, Marco Asensio y Mamadou. Arriba, aislado, se quedó Gerard Moreno. Los locales jugaron con un juguete roto, que hoy vestía de rojo, llamado Espanyol, hasta que el árbitro pitó el final.

El equipo más goleado

Sergio González tiene un grave problema a nivel defensivo: el Espanyol es el equipo más goleado de primera división. En esta temporada, Pau López no ha sido capaz de mantener su portería a cero en dos jornadas consecutivas. El Espanyol sólo repitió defensa en la primera y en la segunda jornada de Liga (Arbilla, Álvaro, Raíllo y Duarte), y contra el Deportivo se cayó de la convocatoria a última hora Anaitz Arbilla, lo que obligó al técnico a alinear a Rober Correa en el lateral derecho. Por esa banda ya hicieron sangre los extremos de la Real Sociedad hace dos jornadas y en esta jornada ha sido el turno de Fajr y de Luis Alberto. Los atacantes gallegos apovecharon los espacios entre los jugadores, aunque cabe decir que fue más mérito de los de Sánchez del Amo que demérito de los defensas del Espanyol, que estuvieron bien colocados en todo momento.

Dos tendencias diferentes

Los dos equipos llegaban al enfrentamiento en dos dinámicas similares, las dos positivas. Sobre la clasificación sólo les separaba un punto (9 para el Espanyol y 8 para el Deportivo) y los dos se enfrentan a calendarios más o menos benevolentes, ideales para sumar los puntos necesarios para acabar la temporada tranquilos y, quizás, poder soñar con trepar en la clasificación hasta los puestos europeos. Después del partido de hoy, los dos equipos inician tendencias opuestas: el Depor va hacia arriba, tiene un esquema definido, fijo pero a la vez mutable, y unos roles definidos en el equipo. El Espanyol vuelve a abrazar la irregularidad y está por ver cómo afecta al equipo la derrota, tanto a nivel anímico como a nivel deportivo porque dos titulares, Caicedo y Diop, pasan a engrosar la enfermería blanquiazul.