Si hay un perfil de equipos que se le da bien al Espanyol B esos son los de la parte alta. El filial espanyolista ha derrotado uno a uno a los candidatos a subir a Segunda que han desfilado por la Dani Jarque. Los periquitos ha tachado de su lista al Cornellà.

El Espanyol B, por su condición de filial y la poca experiencia en la categoría, no puede competir al mismo nivel con el resto de equipos. El filial espanyolista debe interpretar el juego de otra manera para poder sumar los puntos necesarios para conservar la categoría. La presión intensa y la velocidad en los contragolpes son las armas de un filial que no se acongoja contra ningún rival.

Juanan Entrena fue el encargado de fabricar y servir el primer gol espanyolista. La bala de Granada corrió por la banda izquierda tras recibir un espléndido pase al espacio de Dalmau. El extremo vio por el rabillo del ojo que Rufo continuaba la jugada por detrás de tres defensores visitantes. Entrena centró de tal manera que el único capaz de conectar el balón fue Rufo, que marcó delante de Marcos.

El árbitro vio unas manos en el área espanyolista y señaló penalti de Cristian Galas. El capitán espanyolista se lanzó al suelo para interceptar un autopase de Enric con la mala fortuna que su brazo quedó más atrás que su cuerpo. El balón impactó en él y Enric Gallego sonrió al ver que iba a tener la oportunidad de aumentar su renta goleadora. El máximo goleador del Cornellà con pocas ganas al esférico y Andrés Prieto, que es un experto en parar penas máximas, logró adivinar y desviar el tiro de Enric.

Justo antes del paso por los vestuarios Rufo volvió a encontrarse con el gol. Robert Simón centró y un defensor del Cornellà despejó a medias la pelota, que fue botando a cámara lenta hacia el balcón del área. El hijo pródigo periquito fue dando pasos hacía el balón al mismo ritmo al que éste iba hacia él. La simetría inundó la escena y Rufo rompió la armonía con un zurdazo que se coló en la portería del Cornellà.

El Espanyol B no se conformó en la segunda parte y sentenció en 4 minutos. A mediados del segundo tiempo un Cornellà poco intenso, que parecía haberse rendido en algún momento del encuentro, perdió un balón en su propio campo. Adrià Dalmau recuperó y lanzó el balón a la carrera al espacio de Rufo. El delantero periquito se abrió camino controlando los tiempos y asistió al atacante mallorquín, que con el exterior definió y aumentó su registro goleador a 8 tantos.

Los pupilos de Planagumà metieron la estocada al Cornellà casi en la siguiente jugada. El Cornellà volvió a repetir el mismo error y perdió otra pelota intentando sacar el balón desde atrás. Esta vez el que recuperó el esférico fue Rufo, que se lo guisó y se lo comió por tercera vez.

El Espanyol B volvió a ganar cinco jornadas después y, encima, contra el líder del Grupo 3, que tendrá que esperar al resultado del Reus - Barça B para saber si continua coronando la clasificación. El filial espanyolista, en cambio, ha puesto tierra de por medio con la zona baja de la tabla.