Tras dos derbis de alto voltaje, Espanyol y Barça se vuelven a ver las caras el miércoles para disputar el partido de vuelta de los octavos de Copa del Rey.

Con el objetivo de rebajar la tensión entre las dos aficiones y los jugadores de ambos equipos, el Espanyol ha movido ficha y ha invitado al entrenador del Barça, Luis Enrique, a reunirse mañana a las dos del mediodía –una vez acabado el entrenamiento- con el técnico perico, Constantine Galca.

El encuentro tendrá lugar en el escenario del próximo partido: en el RCDE Stadium. Este acto no se realizó en los dos derbis anteriores por diversas causas. Para el tercero quieren recuperar lo que fue una tradición y así mostrar cordialidad entre ambos equipos.

Ambos clubes desean que no se tenga que lamentar ningún accidente, ya que el ambiente previo llega muy caldeado. Tras el derbi liguero –empate a cero en el RCDE Stadium– los blanquiazules recibieron sin razón un aluvión de críticas por parte, sobre todo, de la prensa que no supo encajar que un Espanyol intenso pudiera rascar un punto contra un Barça que no estuvo acertado de cara al gol.

Con el orgullo de los jugadores herido, en la ida de octavos de final de la Copa del Rey, tres días después del choque liguero, se las tuvieron de todos los colores uno y otro equipo. Provocaciones, agresiones, tanganas en los vestuarios, cruce de declaraciones, tweets ofensivos entre aficionados –tanto racistas, como de "recuerdo" a Dani Jarque– que contagió a los jugadores... Ambos clubes saben que se ha llegado a una situación límite y quieren evitar males mayores.

Desde el Espanyol se quiere rebajar la tensión ya que juegan como locales y hay amenaza seria de que puedan cerrar el estadio en caso de lío. El encuentro entre los dos técnicos es un paso hacia la cordialidad que indica la intención de ambos equipos de evitar algo que más tarde puedan lamentar.