La obligación espanyolista de ganar era superlativa. Tres partidos cayendo derrotado eran argumento suficiente para que el Espanyol B se pusiera las pilas para no sumarse a una apretada lucha por el descenso. El filial periquito iba a tener en el Olímpic de Xàtiva una invitación irrechazable para volver a sumar de tres en tres. Ya en los primeros minutos del partido se vio el patrón por el que iba a ser cortado el encuentro: un Olímpic especulador con el balón y un Espanyol B práctico y eficiente.

El Espanyol B golpeó a los setabenses a las primeras de cambio. Una falta a priori inofensiva fue transformada por Álex Serrano, haciendo su primer gol de la temporada, con la siempre bienvenida ayuda del portero visitante, que tuvo manos de mantequilla a la hora de desviar el balón.
El fallo en el primer gol espanyolista y algunos errores de bulto por parte de Diego en los primeros compases del partido colmaron la poca paciencia de..., que dedicó una cesta de lindezas - lo más a su portero.

En la segunda parte fue cuando el filial blanquiazul desplegó todo su arsenal ofensivo para sentenciar y golear a un Olímpic que debe mejorar, y mucho, sus prestaciones ofensivas si quiere mantener la categoría. Marc Gual fue el encargado de poner tierra de por medio en el marcador. El delantero periquito, con mucha sangre fría, se deshizo de Diego para esperar a que el defensa que le perseguía se deslizara para evitar que el balón, que no salió de los pies de Gual, entrara en el marco setabense. Una vez los dos jugadores estaban por los suelos Gual marcó a placer.

El tercer gol periquito también iba a ser obra de Gual, que en dos partidos como titular ha marcado tres goles. Mickael Latour, que debutaba con el filial blanquiazul, sirvió un centro que topó en un defensa. El balón salió propulsado hacia el cielo en dirección al área pequeña, donde Gual y un defensa bailaban, espalda contra espalda, para ganar el esférico. El vencedor fue el atacante espanyolista, que remató en boca de gol con una plástica volea.

El último en unirse a la fiesta fue Pibe. El extremo colombiano salió de refresco para dar aire a la parcela ofensiva y, en una acción desafortunada para los setabenses, acabó cerrando el abultado marcador con un tiro desde fuera del área.