El Espanyol seguirá un año más en Primera División. Ha sido una temporada muy irregular de los blanquiazules. La plantilla empezó siendo dirigida por Sergio González y de la noche a la mañana, lo destituyeron, sin explicación previa. La directiva decidió apostar por otro viejo conocido por la afición: Constantin Galca. Querían revertir la situación, a pesar de que nunca se metieron en descenso, el juego del equipo no acababa de gustar.

El nuevo técnico proponía un sistema de juego que, a priori, parecía gustar a los periquitos. Como los resultados no acompañaban, Galca decidió cambiar el sistema de juego y para ser más prácticos y conseguir así los ansiados resultados. El equipo llegó a coquetear de forma muy peligrosa con el descenso pero acabó remontando, teniendo un buen colchón respecto a la permanencia pero las dudas volvieron a aparecer, hasta esta última jornada.

El conjunto dirigido por Constantin Galca se presentaba al Camp Nou con la necesidad de puntuar para poder salvarse por méritos propios pero la actitud de los blanquiazules no acompañó y acabaron perdiendo. A pesar de la goleada, los de espanyolistas entraron al vestuario sabiendo que estaban salvados.

No por méritos propios

Los partidos de la jornada se disputaron todos a la misma hora ya que en todos los partidos había un equipo donde se jugaba algo, o bien la permanencia, el campeonato liguero o competición europea. Los resultados acompañaron a los blanquiazules, pues el partido entre el Sporting y el Getafe terminó en cuadros y el Rayo Vallecano perdió. Así pues, aunque los periquitos pierdan el último partido frente al Eibar, los perseguidores no alcanzarían al conjunto de Galca.

A pesar de haber conseguido la permanencia la parroquia blanquiazul está enfadada. Su equipo no ha cuajado una buena temporada. Se avecinan muchos cambios para poder afrontar una temporada con garantías.
 

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