Llega la novena jornada y con ella el primer partido realmente importante para el Espanyol. El conjunto espanyolista está al borde del descenso y necesita ganar al Eibar, un equipo parejo al cuadro blanquiazul, para tranquilizar los ánimos alrededor de un proyecto que despierta dudas. No obstante, Quique Sánchez Flores no quiere "negatividad en los pensamientos" en el proceso de "cambiar la dinámica" de resultados.

El madrileño ha recalcado que el Espanyol ha "sufrido dos traspiés muy dolorosos" en este inicio liguero que le obligaron a "reaccionar y trabajar mucho". Por este motivo, y fiel a su discurso sobre la psicología deportivo, ha indicado que "a los jugadores hay que repetirles que pueden hacerlo mejor".

El técnico periquito ha asegurado que "el equipo compite bien más allá de los resultados" y ha confesado que siempre ha tenido "la sensación de estar en el partido". Sánchez Flores, en este sentido, ha calificado del choque contra el Eibar como "un partido clave". 

Sobre el conjunto armero ha comentado que "es un equipo que presiona, que juega directo y que sabe lo que quiere" por lo que sus pupilos deberán "tener la máxima atención y tranquilidad con la pelota en los pies". 

El juego que ha desplegado el conjunto catalán ha sido de corte defensivo, por lo que no se ha escapado a la críticas de la afición. Sánchez Flores ha indicado que quiere "poner al Espanyol en un escenario de alegría y de positividad" y en el que se imaginen las situaciones "en color y no en blanco y negro" para que "la afición vaya al campo a disfrutar y no a sufrir".

Para finalizar el entrenador madrileño ha reconocido que, por el momento, el Espanyol está "lejos de ser lo que uno quiere" aunque es "un auténtico cañón". "No me preocupa y no podemos ponernos palos en las ruedas, es un proceso lento", ha concluido.

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Sobre el autor
Héctor Farrés
periodismo. Siempre al lado del Espanyol. Muy en contra de la Liga española y sus desigualdades. Prefiero la Premier y el Aston Villa.