Profundidad, electricidad, velocidad, verticalidad. Con esos adjetivos se puede describir la primera mitad azulgrana de la mano de Cesc, Iniesta, Messi y Neymar. Con las bajas de Xavi y Alexis, Cesc e Iniesta compartieron centro del campo junto con Busquets y dotaron al equipo de una verticalidad asombrosa, buscando constantemente la espalda a la defensa rival y asumiendo más riesgos en zona ofensiva, a la vez que podían obtener más botín con sus acciones.

Alineación valiente de Djukic

Miroslav Djukic dijo que sacaría un equipo para tener el balón e intentar jugar en campo rival. Y no engañó, sacó un once con muchos jugadores a los que le gusta tener la posesión: Guardado en el lateral izquierdo, Javi Fuego, Míchel y Banega en el centro del campo, acompañados por Pabón y Canales. En la primera parte vieron como su valentía se les volvía en contra ya que el 0-3 en 40 minutos fue incontestable. Pero lo que pasó en un par de minutos al final del primer tiempo les devolvió la esperanza: Postiga ponía el 2-3 en un abrir y cerrar de ojos, dando al equipo una segunda oportunidad para puntuar que al final no se concretó. Aún así, Djukic demuestra una personalidad implacable, intentando jugarle de tú a tú a uno de los equipos más temidos de Europa y vigente campeón de Liga.

Presión adelantada del Valencia y espacios en la espalda de su defensa y entre líneas

El Valencia intentó salir como siempre, con una marcha más que el Barcelona y complicarle las cosas desde el principio. Pero el Barcelona, con su once más vertical, salió con la lección aprendida de años anteriores. Cesc e Iniesta buscaron los espacios entre la defensa y los medios, donde no tenían marcaje y podían girarse sin problemas. Junto con esto, la pelota se movía rápidamente, haciendo que el Barcelona encontrara espacios, ya sea dentro con Cesc, Iniesta o Messi o por fuera con Neymar, Pedro, Alves o Alba. Y si a todo ello se le suma una capacidad enorme para ir al espacio de Neymar, Messi o Cesc, el desconcierto provocado a la zaga valencianista era mayúsculo. El primer gol de Leo Messi viene de un pase en profundidad de Cesc al mismo Leo, tras una recuperación en el centro del campo.

La presión arriba regala goles

El segundo tanto del Barcelona lo convierte Messi pero el autor es Sergio Busquets. Banega salía con el balón conducido y Busquets salió a presionarlo hasta poder quitarle el balón. A partir de ahí, la historia se repite: pase de Cesc para Messi que define con la diestra, cruzado, imposible para Alves. El gran trabajo de presión que está ejerciendo el conjunto culé en este inicio de la temporada está dando sus frutos y, no tan sólo con goles en jugadas de recuperación de balón, si no en fatiga del contrario, en menos preocupaciones defensivas y en más tiempo cerca de la portería rival. Messi es el primer defensa, apretando la salida de balón en los centrales e intentando un mal pase para poder interceptar o que el control no se bueno por parte del compañero que recibirá el balón. Lo mismo sucede con los jugadores que juegan de extremos. Entonces, los del medio intentan robar para seguir atacando. Pero si uno de los que ejercen la presión falla, el equipo rival tiene vía libre para salir jugando, ya que se dejan muchos espacios libres.

Una vez más, enorme Cesc

Capítulo a parte tiene Fábregas y su espectacular inicio de temporada. Mucho más cómodo con el sistema de Martino, se está viendo al gran jugador del Arsenal. No sólo se dedica a tener el balón: se mueve en ruptura y en apoyo, da asistencias de gol, finaliza, recupera balones, se mueve por todo el frente de ataque. Absolutamente omnipresente en acciones ofensivas, con sus movimientos puede recibir el balón o dejar espacio para que otro compañero lo ocupe y se aproveche. Anteiores temporadas había empezado a un nivel alto y después bajó, pero parece que esta temporada va ser la mejor de Cesc no sólo vestido de azulgrana, si no de su carrera deportiva.

Carencias en el juego aéreo defensivo

El mal endémico del Barcelona parece no tener cura. Las jugadas de estrategia defensivas dan pánico ya que parece que sean medio gol. Helder Postiga, tras meter un golazo, hacía el doblete con un testarazo a la salida de un córner. Dos factores clave: primero la calidad de Postiga en el juego aéreo, que es indiscutible. Pero el segundo es el que se puede corregir. Iniesta es el hombre encargado de defender el primer palo zonalmente, sin marcaje. Y fue allí donde Postiga remató. La diferencia física entre Iniesta y Postiga es notoria y, seguramente, cualquier entrenador que estudie un poco el marcaje que realiza el Barcelona colocará a su hombre más alto en el primer palo para peinar los balones, ya que Iniesta no podrá competir con él. Tampoco el marcaje al hombre sobre Postiga funcinó, ya que Alves llegó muy tarde a marcarle, cuando el balón ya entraba en la portería de Valdés.

Cierto es que físicamente el Barcelona es un equipo poco poderoso. Los Márquez, Milito, Touré, Henry, Ibrahimovic, Keita o, incluso, Gudhjonsen y Ronaldinho daban al equipo más seguridad atrás con su altura y juego aéreo. Henry e Ibrahimovic se encargaban de estar en el primer palo y pocos delanteros eran capaces de ganarles por arriba. Ahora no se tienen jugadores de esas características, ya que se cuenta con Piqué, Busquets y Alves como mejores jugadores en ese aspecto y la dificultad de defender a jugadores como Postiga, Negredo, Giroud, Llorente... es más que palpable.

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Sobre el autor
Xavi Vàzquez
Aficionado a todo tipo de futbol y a hablar de ello. Administración de empresas.